Carlos Chicaiza tiene casi 8 años viviendo en la cooperativa Ebenezer, a un costado de la avenida Casuarina -la vía conduce a varias cooperativas de  Monte Sinaí, en el noroeste de la ciudad- y monta cada día un pequeño puesto donde vende pescados y mariscos.

El ciudadano, de momento, prefiere movilizarse lo menos posible hacia el centro u otras localidades de la urbe debido a que salir de su sector representa una tarea bastante complicada.

A las 06:00 de cada día laboral, comentó, “es un vía crucis porque los buses ya no abastecen y llegar a cualquier otro punto tomaría más de una hora”.

Con esta observación coinciden la mayoría de moradores del sector, consultados por este diario, que sienten que las casi 700 unidades, de una decena de líneas de transporte urbano, que circulan por Monte Sinaí y zonas aledañas ya resultan insuficientes.

Las líneas que transitan por el lugar son 1, 8, 14,  66-B, 105, 112, 116, 132, San Ignacio (PECA), y Monte Sinaí.
Katty Caña, habitante de Trinidad de Dios, aseguró que, además, se encuentran otras unidades informales como camionetas y furgonetas.

Caña consideró que las obras que se realizan actualmente en la entrada de la 8 han complicado el tránsito.
En el lugar, desde mediados de año, el Municipio de Guayaquil desarrolla la ampliación y construcción de un intercambiador en la Av. Casuarina.

Desde entonces, el tránsito vehicular quedó restringido a dos carriles mientras que los choferes deben circular con extremo cuidado debido a los orificios y maquinaria municipal presentes en el lugar.

Los buses circulan casi a 20 km/h y ello, a juicio de Caña, hace que cualquiera que intente salir de la zona, hacia el centro, se tome más de una hora en llegar a su destino.

“En el transcurso del día casi no pasan los buses por aquí... hacen falta más porque casi no se tiene cómo salir”, dijo Caña.

El transporte urbano regular, en su mayoría, se limita a cubrir la extensión de la Casuarina, desde la vía Perimetral y hasta la cooperativa San Ignacio de Loyola.

Así mismo, la mayor parte de este tramo ya se encuentra pavimentado y son pocos los sitios donde el polvo de los lugares sin asfalto constituye también una dificultad.

Para los habitantes de las cooperativas ubicadas a los lados de la Casuarina, la falta de transporte es más crítica.
Sonia Carpio vive en Ciudad de Israel desde hace 8 años y para salir a cualquier diligencia en otro sector de la ciudad, además de esperar los buses, debe transitar a pie un tramo de no menos de un kilómetro.

“Para otros es peor porque deben hacerlo en horas de la madrugada para llegar a tiempo a sus trabajos”, manifestó Carpio. Acotó que en la noche, cuando la gente retorna de sus labores, el asunto es más complicado por el asunto de la seguridad y la escasez de luz por el sector.

Los choferes de buses, por su parte, prefieren evitar el tráfico de la Casuarina y tomar rutas alternas que conduzcan a la Perimetral.

Martin Robles, asistente de un bus de la línea 132, comentó que durante el primer lapso de hora pico (06:00-08:00) los choferes optan por desviarse a través de otros sectores, como Flor del Norte, para salir del lugar.

“Por eso es que los pocos que prefieren ir por la Casuarina se llenan porque a esa hora hay menos unidades en el lugar”, dijo Robles.

Viviana Bonilla, gobernadora del Guayas, anunció en días anteriores que esta entidad se encuentra en conversaciones con las autoridades de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE) para establecer el recorrido de las rutas de transporte mientras concluyen las obras que realizan el Cabildo y el Estado.