Tramitadores aún rondan exteriores de instituciones
La actividad en los alrededores de las comisarías (1º, 3º, 5º y 6º) y la Dirección de Salud del Guayas, según vecinos de las instituciones ubicadas en el centro de la ciudad, ya no es la misma que hace cinco años.
El grupo de personas que en las afueras de esas dependencias están a la espera de “ayudar” a quienes van a realizar trámites de denuncias, licencias, boletas y permisos es menor que la de un lustro atrás, pero no ha desaparecido completamente.
Hombres de la tercera edad con periódicos, entre los que a ratos guardan documentos que les entregan otras personas que se acercan a ellos, diariamente permanecen “agolpados” en Padre Aguirre y Panamá.
Algunos de ellos, con susurros, se cruzan por delante de los transeúntes y promocionan: “Certificados, le sacamos su certificado”. Pero hay otros que transmiten el mismo mensaje sin moverse de sus puestos.
La promoción que se vocifera y que más llama la atención en dicha esquina es la de “en cinco minutos le sacamos un documento”.
Para comprobar este servicio, este medio solicitó un certificado a un hombre de pelo rizado y barba -cerca de la Dirección de Salud del Guayas-, que ofreció su ayuda.
Para ello, tomó los datos personales (nombre y número de cédula) y se dirigió a la dependencia. Luego de 10 minutos regresó con el requerimiento de que necesitaba $ 6 para “agilizar” el trámite del certificado.
Sin embargo, tras la entrega del valor, transcurrieron los minutos y el individuo nunca volvió con el documento ni el dinero.
Hasta el mismo lugar acudió un ciudadano que solo se identificó como Raúl. Él, en cambio, tomó contacto con una persona que lo abordó por la zona y que le ofreció facilitarle la obtención de un certificado de salud.
Pero Raúl realmente pasaba por la zona para buscar a alguien que le ayudara a colocar con rapidez una denuncia en la Comisaría de Policía. Así, el sujeto en mención acercó a Raúl a otra persona para que ésta le ayudara con el trámite que debía hacer puesto que, días atrás, le sustrajeron todos sus documentos.
Al igual que en el caso anterior, el segundo sujeto, vestido de guayabera celeste y pantalón café, anotó los datos de Raúl en una hoja en blanco: nombre, cédula, documentos perdidos, y circunstancias en las que se perdieron sus bienes (hora, lugar y fecha).
“$ 6 y en cinco minutos le bajo la denuncia”, ofreció el ayudante que tomó el pedido de Raúl. El ciudadano accedió al monto, aunque con cierta desconfianza en cuanto al tiempo ofrecido debido a que en una ocasión anterior el mismo trámite le tomó cerca de 15 minutos.
Pero fue tal y como se convino: en 5 minutos el sujeto subió y bajó de las oficinas de la Comisaría Sexta de Policía con tres hojas que Raúl debía firmar.
“Una es para el comisario y las otras para que guarde en caso de que algún mala fe esté haciendo uso inadecuado de sus papeles y tenga cómo librarse de denuncias”, lo asesoró el individuo.
De igual manera este medio solicitó la ayuda de las personas que están abajo de las dependencias para comprobar si era posible realizar la denuncia en el mismo lapso.
Así, se abordó al mismo sujeto que atendió a Raúl y se le solicitó “asistencia” con una boleta de libertad, un trámite que toma más tiempo (20 minutos), debido a la alta demanda que se presenta actualmente.
“Con cualquier cosa le podemos ayudar aquí, pero el precio lo podemos discutir cuando vaya a sacar la boleta, pero ‘por lo bajo’ son $ 6”, afirmó el sujeto de la guayabera.
El periodista de El Telégrafo prometió regresar y se retiró del sitio para verificar, sin éxito alguno, si encontraba al sujeto que le ofreció el certificado de salud. En el trayecto, sin llamar a nadie, fue abordado por más personas que le ofrecieron el mismo trámite de la boleta de libertad a $ 5.
Tras constatar que el sujeto que prometió el certificado no estaba en su lugar, este medio acudió al grupo de personas que se aglomera cerca de la Comisaría para solicitar “corroborar” el trámite realizado a Raúl .
Se abordó, de nuevo, al mismo sujeto de la guayabera celeste y este repitió el proceso de tomar los datos. Tres hojas fueron firmadas y el tramitador regresó a la comisaría con estos documentos. De igual manera, cinco minutos después bajó con la denuncia y las copias y solicitó $ 6 por el logro. Solo entonces se entregó el valor convenido.
El proceso transcurrió de forma reservada para que no fuera observado por el solitario policía que custodiaba la única entrada principal a las comisarías.
En otro punto de la urbe
Otro lugar donde se comprobó la existencia de ciudadanos que se ofrecen a ayudar en trámites personales es junto al Ministerio Zonal, ubicado en la avenida Francisco de Orellana, al norte.
En un recorrido por el sector se corroboró que varias personas que estaban paradas en los exteriores se acercaron a los usuarios que pasaban por allí con el fin de convencerlos para dejarse ayudar a sacar un pasaporte.
“Caballero, está caído el sistema, le ayudamos a sacar el pasaporte rápido”, vociferaron algunos.
Al respecto, el intendente de Policía, Xavier Burbano, quien se posesionó hace pocos días, puntualizó que se han cambiado procedimientos en cuanto a entrega de boletas de libertad para evitar la acción de terceros.
“Ahora tenemos la asistencia de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE) para que se entregue la boleta directamente en el Centro de Detención Provisional”, dijo Burbano.
Sobre los trámites de denuncias, el funcionario afirmó que se hará una campaña de concienciación para que la ciudadanía evite pagar a otros por el servicio de las comisarías.
“Si alguien conoce que estas personas (tramitadores) están actuando en contubernio con los colaboradores de las comisarías, receptaremos la denuncia para iniciar las investigaciones”, aseguró.
El Intendente de Policía informó además que durante esta semana se hará una inspección de las instalaciones de las comisarías para iniciar una remodelación de las oficinas.
Los cambios físicos incluirán la dotación de Internet, implementación de turnos electrónicos, contratación de más personal, entre otras cosas.
Este medio intentó contactar al nuevo director provincial de salud, a través del área de comunicación de la entidad, para consultarle sobre el mismo tema, pero hasta el cierre de la edición no fue posible.