En sectores populares se promueven las mingas
Tradiciones de Guayaquil son olvidadas con los años
En Guayaquil de antaño existían prácticas y tradiciones, relacionadas al civismo, que en la actualidad se observan con menos frecuencia.
Hace unas décadas, según historiadores locales, era común en los residentes preocuparse por pintar las fachadas de las viviendas y colocar banderas para celebrar la fundación o independencia de la ciudad.
Para Melvin Hoyos, director de Cultura del Cabildo, estas demostraciones de civismo han ido desapareciendo, con rapidez “en los últimos 7 y 8 años. Los estandartes colgaban de los balcones en los edificios céntricos”.
La falta de modelos por imitar es uno de los factores que incidió en la ‘extinción’, detalla el historiador. El funcionario explica que los administradores de las edificaciones no se preocupan por izar la bandera “y eso resta ánimo en las demás personas”.
Este medio observó que en los barrios populares (como Monte Sinaí y Bastión Popular) hay más entusiasmo en los vecinos por colocar los símbolos patrios. Además, pintar las cercas y fachadas de sus casas con los colores celeste y blanco.
Mientras que en ciudadelas, urbanizaciones y planes habitacionales (Las Acacias, Pradera, El Caracol y Mucho Lote) se engalanan peatonales y parterres con banderines y elementos alusivos a las fiestas octubrinas.
Sin embargo, la realización de mingas es una actividad tradicional que, desde 1980, ha captado adeptos en los lugares que carecen de algún servicio básico.
Para el historiador Ángel Emilio Hidalgo, falta interés ciudadano por conocer los elementos representativos de la urbe. Entre estos, el cambio de la ruta del desfile militar que hasta inicios de este siglo se realizaba por la Avenida 9 de Octubre.
De acuerdo con Hidalgo, la anterior vía y la avenida Malecón Simón Bolívar daban mayor énfasis a los actos cívicos. “Son las calles principales, es decir, en las que se forjó la historia local”.
El desfile militar fue trasladado a la autopista Narcisa de Jesús; mientras que la 9 de Octubre solo se utiliza para los estudiantiles.
La cultura cívica nace también de la educación que reciben las personas y aquello “se ha perdido hasta en las escuelas”, afirmó el historiador Hugo Delgado.
Las nuevas tecnologías comunicacionales (internet y teléfonos inteligentes) no han sido usadas en favor del civismo. Los niños y jóvenes “están más pendientes de juegos y novelas que de su propia ciudad”.
Delgado recuerda que anteriormente los padres de familia y las entidades públicas y privadas se preocupaban más por izar la bandera mientras disparaban los cañones en el cerro Santa Ana.
Hasta inicios de la década pasada, la Armada Nacional se encargaba de simular disparos en honor a la independencia de la ciudad y la Batalla del Pichincha. La actividad se desarrollaba en El Fortín de la planchada y en la cima del cerro Santa Ana.
Por su parte, Hoyos considera que las entidades estatales también se deben preocupar por la promoción de las fiestas de la ciudad y que el despliegue de campañas cívicas deben ser similares “como cuando se recuerda el 10 de Agosto”.
En cuanto a las acciones municipales, el director de Cultura resalta iniciativas como festivales artísticos y eventos desarrollados en sitios icónicos, como el Malecón Simón Bolívar, Estero Salado y cerro Santa Ana, así como en sectores populares. Mientras que el Gobierno Nacional promociona conciertos populares gratuitos que se desarrollarán desde hoy, a las 20:00, en el Centro Cívico.
Asimismo, el desarrollo de mingas es una actividad tradicional que, desde 1980, ha captado adeptos en los lugares donde falta algún servicio básico.
Para el historiador Ángel Emilio Hidalgo, en estos sectores las personas relacionan colocar los colores de la ciudad en sus viviendas con el incentivo de trabajar colectivamente por el bien del barrio que habitan.
Datos
Para las fechas 25 de Julio y 9 de Octubre, una de las costumbres de los barrios es cerrar las calles para ejecutar una fiesta o torneos relámpagos de indor y voleibol.
Entre los juegos más comunes, hasta la década de 1980, estaban la carrera de ensacados, el palo ensebado, el huevo y la cuchara, entre otros. Estas actividades, actualmente, se observan más en los planteles.
El ciudadano Nicolás Carló tuvo la iniciativa de crear el vehículo denominado ‘El Guayaquileño’, que es un automotor marca Chevrolet del año 1977.
El carro está pintado, la carrocería, con los colores de la bandera de la ciudad (celeste y blanco). La tapicería también tiene motivos guayaquileños.