Terapia con caballos para niños con discapacidad
Los caballos “Ayoví”, “Pancho”, “Lunita” y “Felipe” están listos para recibir a las personas con discapacidad en el Centro de Equinoterapia que se inauguró ayer en el km 10 1/2 de la vía a Samborondón.
La Prefectura del Guayas abrió este centro al público, en el que se atenderá por el momento a 300 niños con discapacidad intelectual y física que ya se han inscrito en la terapia.
La asociación suiza Uniequus se encargará de impartir la equinoterapia, en las diferentes aplicaciones que se ofrecerán en el centro.
La hipoterapia pasiva y activa está orientada a los niños que sufren de dolencias físicas.
Rodney Zambrano, uno de los ocho terapeutas de la asociación, explica que la pasiva se realiza con niños que tienen problemas motores que no les permiten montar los caballos; la activa, a los menores de edad con síndrome de Down.
Yaritza Gutiérrez, de 14 años de edad, realizó ayer una demostración. La menor de edad tiene 5 años trabajando con Uniequus y está preparada para competir.
La directora del centro, Cecilia Hidalgo, sostiene que esta actividad ayuda a los menores porque pueden realizar una sana competencia y probar sus habilidades con otros jinetes en la equitación.
La Prefectura invirtió aproximadamente $180.000 en adecuar el centro, que funciona en terrenos que pertenecen a la familia Salem y fueron cedidos en comodato a la institución provincial.
Las instalaciones operan en el Royal Club, ex club hípico, que según el prefecto Jimmy Jairala, nunca funcionó. En el centro trabajarán 20 personas, entre médicos, terapeutas y entrenadores.
Los niños y jóvenes podrán entrenar con 10 caballos, 5 ya se encuentran entrenados.
Jairala asegura que en dos meses atenderán a 600 inscritos. Los padres de familia que deseen participar con sus hijos deben acercarse a las instalaciones ubicadas en el km 10 1/2 de la vía a Samborondón.
Los niños se someterán a una evaluación física y psicológica.
Carmen Albán, entrenadora, dice que la hipoterapia ayuda a mejorar la postura y seguridad de los infantes.
Zambrano, quien aplica esta terapia desde 2003, dice que no hay resultados matemáticos al respecto, pero que las mejorías son visibles.
“Todo depende del niño, en el mejor de los casos se ve mejoría a los pocos meses”, sostiene.
Esta terapia se recomienda a niños con parálisis cerebral, autismo, espina bífida, minusválidos, entre otras dolencias.
Existe la posibilidad de que la Prefectura provincial contrate dos buses para que lleven a los niños que viven en sectores alejados al centro.
Ayer, seis niños llegaron a pie, con sus madres, durante la inauguración para realizar la terapia que se desarrolla en media hora por persona.