Las calles García Avilés y Rumichaca, en el centro de Guayaquil, son dos de los puntos más conflictivos para la circulación vehicular.

En la intersección con la avenida 9 de Octubre, buses y carros livianos tienen que compartir las angostas vías. El resultado: bloqueos de calles, congestionamiento y abuso en la utilización del claxon.

En el primer mes de gestión de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM), que se cumple hoy, el problema no ha sido resuelto. Precisamente, los atascos están entre los principales inconvenientes que se generan a diario.

En una de sus últimas intervenciones, Andrés Roche, gerente de la ATM, identificó más lugares donde se reportan esos casos.

Entre esos sitios figuran la Avenida del Periodista y el redondel que se enlaza con la Felipe Pezo y la Benjamín Carrión (norte).     

A esos sectores se suma la avenida Perimetral, en las inmediaciones del Mall El Fortín, y la Casuarina (noroeste).

En la avenida Pedro Menéndez Gilbert, donde desembocan los automotores que provienen del Puente de la Unidad Nacional, se mantienen los embotellamientos. “Pero no es estático el tráfico”, expresó Roche. Y añadió: “Los atascos no van a desaparecer”.

En cambio, en el kilómetro 4,5 de la avenida Carlos Julio Arosemena se observa que el tránsito fluye con mayor rapidez desde su ampliación.  

Al respecto, Roche adelantó que será contratada una consultora para hacer una “reingeniería” del tráfico vehicular.  

Además, fueron ratificados cambios en la Vía Perimetral. Los automotores podrán rodar a diferentes velocidades: desde el puente de Villa Italia hasta Nueva Prosperina a 80 kilómetros por hora (km / h) livianos, y 60 km / h pesados; desde el GOE hasta el tercer puente de la Perimetral a 90 km y 70 km; y del tercer puente pasando el primero, a 80 km y 60 km.  

Desincronización de dispositivos

Los peatones que andan por la intersección de 1 de Mayo y Tulcán (centro) dudan si deben cruzar la calle, pues hay dos semáforos en rojo: tanto el que es para los transeúntes como el de los conductores. “Es muy peligroso este pedacito porque en cualquier momento cambia a verde y los carros arrancan. Nos pueden atropellar en cualquier momento”, expresó el estudiante Luis Morales, de la Universidad de Guayaquil.

La desincronización de los dispositivos sigue en la urbe. Esto a pesar de que la ATM anunció, antes de asumir las competencias, que solo faltaba la firma de Señalizamos S.A. para que la empresa se hiciera cargo del control automatizado.

Sin embargo, de acuerdo con la entidad municipal, la contratación se cayó. Hasta el momento, la autoridad no ha definido una fecha para resolver la situación. El reducido número de agentes civiles de tránsito (593) iba a ser compensado con el uso de la tecnología.

Los conductores consultados en repetidas ocasiones por EL TELÉGRAFO coinciden en que durante las noches se requieren más uniformados que controlen el tráfico.

El uso del taxímetro, para establecer el pago de los traslados, continúa “suspendido” en la urbe. Ni la ATM ni el Municipio de Guayaquil se han pronunciado sobre el tema. Solo se anunció la realización de operativos contra los taxistas informales o ‘piratas’. (I).   

DATOS

Los artículos 386 y 389 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) sancionan con una multa que va de $106 a $ 354 y una pena privativa de libertad de hasta 3 días, y reducción de 6 a 10 puntos en la licencia de conducir a quienes falten de palabra u obra a un agente civil de Tránsito.

Los choferes ya no pueden recibir ni dejar pasajeros en la calle Boyacá. Los choferes que violen esa norma serán multados con $ 177. Desde el próximo 1 de octubre se aplicará el castigo.

Asimismo, entrará en vigencia la multa de $ 354 por bloquear las intersecciones en la ciudad. Igualmente, está restringido el giro a la izquierda por la avenida 9 de Octubre.

La ATM anticipó que, en su momento, realizará los operativos contra los taxistas informales, contra los cuales “no tendrá contemplación”. (I)