El personaje
"Seguiré en esta actividad hasta el último día de mi vida"
¡Servido señor!, con esa frase Luis Florencio Jara Méndez, de 67 años, le indica a sus clientes que terminó de lustrar sus zapatos. Oriundo del cantón Déleg, provincia de Cañar, lleva 55 años en esta actividad. Su padre Rodrigo Jara le inculcó laborar en este oficio. ”No me quejo de ejercer esta actividad y seguiré aquí hasta el día de mi muerte”.
A los 12 años llegó a Guayaquil junto a su padre en busca de una mejor vida,” recuerdo que fue en 1962, que mi papá me hizo venir a Guayaquil.
El puesto de Jara está ubicado en Boyacá y 10 de Agosto, frente al edificio El Telégrafo.
Cuenta que la ciudad ha cambiado. “Cuando llegué, no había demasiados edificios, ahora las calles están arregladas, todo es más moderno y más bonito”.
Su labor inicia a las 07:00 y finaliza a las 19:00.
César Mosquera, de 87 años, es cliente desde hace 40 años.
Cuenta que cada que pasa por su local se hace limpiar los zapatos.
“Elijo este lugar porque me atiende excelente, lustra bien mis zapatos y porque siempre demuestra ser un caballero”.
Carlos Ochoa, un vecino comerciante, afirma que conoce a Luis Jara desde hace 30 años, lo considera un ser humano muy trabajador, amable y colaborador.
“A veces pasamos ocupados atendiendo a nuestros clientes, pero cuando tenemos tiempo libre hablamos”.
Al día atiende entre 30 y 40 personas, el valor para lustrar los zapatos es de 0,50. Adicional tiene un puesto donde vende caramelos, cigarrillos, bebidas y fundas de papitas. “Soy un guayaco de corazón desde aquí siento a la ciudad. (I)