“Sectores populares siempre serán los más susceptibles”
Análisis
Leonardo Chilán, Coordinador DOTS en Guayaquil
No podemos encasillar la incidencia o prevalencia de la tuberculosis (TB) en determinado sector o estrato social. Hoy en día, esta enfermedad no distingue la condición social o económica de las personas y lo mismo han ingresado (al hospital de Neumología) ciudadanos de la vía a Samborondón, que quienes vienen de Monte Sinaí.
Sin embargo, los programas públicos están dirigidos, prioritariamente, a quienes no tienen los recursos necesarios para valerse de un servicio, de salud, en este caso. Una enfermedad como la TB puede representar un costo de 80 a 2.000 dólares en medicamentos. Ninguna persona de sector rural o urbano marginal tiene posibilidades de asumir el tratamiento por su cuenta.
En la actualidad, esta enfermedad, tiene un alto índice de prevalencia en los países en desarrollo, debido a que está asociada a contextos de pobreza, desempleo, hacinamiento en viviendas, malnutrición, alcoholismo y adicción a las drogas, que favorecen su propagación.
Es por ello que los sectores populares siempre serán los que necesiten más ayuda en atención de salud. Además de su condición económica baja, debe subsistir con una mala alimentación y en condiciones precarias. Por ello son más susceptibles a las enfermedades.
Resulta difícil controlar la TB en los sectores más apartados por las dificultades de acceso a ellas, especialmente en la época invernal.
Al ciudadano pobre, que por décadas no recibió información o ayuda para tratar la TB es a quien se debe poner mayor cuidado para que recupere la confianza en el servicio y prefiera el tratamiento especializado antes que la automedicación.
El mayor reto de los programas de salud, frente a la TB, es mantenerse actualizado para replicar la información, de forma oportuna, a los sectores más vulnerables. No basta con que el Estado nos dé las directrices, nosotros, cada elemento de las unidades de salud ,estamos llamados a mantenernos al día con los avances, no solo en tecnología médica, sino en atención ciudadana.
Estos esfuerzos deben ser complementados por otros sectores como Educación y Vivienda. Si vemos que parte de los problemas está en el hacinamiento de hogares y en la falta de información, todas las instancias gubernamentales somos corresponsables.
Cuando digo que todos somos corresponsables hago especial énfasis en la ciudadanía que debe saber informarse para tratar a otros.