Retrasos de obras perjudican a distintos sectores de la ciudad
La fuerte lluvia que se registró en las últimas horas ocasionó molestias en los sectores donde el Municipio de Guayaquil ejecuta varias obras, que, en algunos casos, llevan semanas sin ser concluidas.
Los moradores de la Unión de Bananeros (Guasmo), Los Vergeles, Las Orquídeas y Suburbio oeste, manifestaron que los escombros de ciertas vías, que son producto de la reparación de calles, taponan las alcantarillas y salidas para que desfoguen las aguas.
Marcia Márquez, quien habita en la calle 29 y la Q hace pocos meses (Suburbio), contó que cuando llueve se instala en el portal de su vivienda, improvisando un toldo con una funda, para observar que el nivel del agua no supere la altura de la acera. “En el sitio, Interagua realiza trabajos de alcantarillado desde hace aproximadamente un mes”.
Cerca de allí, un grupo de niños juega peligrosamente en una abertura en la calle, de 20 centímetros de profundidad y dos cuadras de extensión, donde la concesionaria de agua potable y alcantarillado ha dejado piedras, lodo y tubos.
Por esta situación varios vecinos se quejaron de la falta de celeridad de las autoridades locales para culminar los trabajos antes de que inicie el invierno. “Debieron apurarse si se sabe que el invierno llega entre diciembre y enero... Aquí viene y va (personal de Interagua), a veces pasando dos días”.
Un inconveniente similar hay en la O y Callejón 20, en la que el Cabildo interviene las vías del sector. Según habitantes del lugar, en diciembre se edificaron bordillos y aceras, pero los constructores dejaron piedras y montículos de tierra que al desmoronarse taponan las pocas alcantarillas que hay en la intersección.
Víctor Chávez, morador del sector, aseguró que desde entonces no se ha retomado la obra. “En el primer aguacero ya tenemos problemas para pasar de un lado a otro de la calle... El Municipio no debería esperar al siguiente (chubasco) para solucionar esto”.
La lluvia del pasado miércoles cubrió la calle abierta y los vecinos buscaron tablas para poder cruzar.
En la calle Venezuela, desde la 15 hasta la 10, no se registró una precipitación torrencial, como en otras zonas, pero los residentes piden remover las pilas de cascajo que quedaron en el sitio luego de que el Cabildo, la semana pasada, culminara la pavimentación en el lugar.
José Avilés, morador de Venezuela y la 12, señaló que un montículo abandonado en la vereda de la esquina obstruyó las alcantarillas. “Felizmente la lluvia no fue fuerte... debieron llevarse eso enseguida”.
El Cabildo también interviene varias calles del Guasmo. Aunque se puede observar la actividad de los contratistas y de la maquinaria pesada, los ciudadanos beneficiarios de las obras solicitan que sean concluidas inmediatamente, para evitar que les ocurra lo mismo que a sus vecinos.
Pedro Caicedo, habitante de la cooperativa Unión de Bananeros, criticó que los trabajos recién comenzaron la última semana de diciembre. “Esperemos no tener inconvenientes con las lluvias porque aquí hay como 30 centímetros de profundidad (en las aberturas)”.
Según un rótulo ubicado en el sitio, la obra tiene un plazo de ejecución de 150 días por lo que se estima que concluirá el próximo mayo. Mientras que, en Los Vergeles, norte de la urbe, varias calles que son intervenidas tienen gran cantidad de baches en las vías cercanas al canal de aguas servidas.
Maricela León, quien vive en el sector desde hace 10 años, cuestionó que hace 15 días maquinaria del Municipio con el logo “Obra de Nebot” puso una capa de asfalto únicamente en los sitios más visibles del sector. “Deberían tener en cuenta también las peatonales... pavimentando la calle principal hace que durante los aguaceros el agua se acumule en las intersecciones”, manifestó.
Los mencionados lugares carecen de pavimentación y cuando caen las lluvias se forman charcos de lodo que dificultan la circulación de los moradores del sector.
El Cabildo, actualmente, ejecuta arreglos en 30 kilómetros, entre vías principales, calles y peatonales, en Los Vergeles. Allí se colocan hormigón rígido y adoquines, aunque solo en los sectores 1, 4, 5 y 6.
La avenida Machala y la calle Panamá (centro de la urbe) son otras vías que permanecen rastrilladas y sin pavimentar.
Sobre este tipo de inconvenientes en la ejecución de construcciones, el alcalde Jaime Nebot ha argumentado que es imposible hacer obras de desarrollo sin causar molestias a los ciudadanos.