La lluvia, que empezó en la madrugada y se prolongó hasta las 11:00, permitió que colapsara el tránsito vehicular en varias calles del cantón.

El problema se presentó por la falta de alcantarillado y el taponamiento de los sumideros, por lo que el nivel de agua, en algunas zonas, llegó a 50 centímetros.

Las avenidas 25 de Julio, Raúl Clemente Huerta, vía a Daule, Francisco de Orellana, Juan Tanca Marengo y Víctor Emilio Estrada estaban anegadas, incluso horas después de que concluyeran las precipitaciones.

Por otro lado, en el hormigón armado de la Raúl Clemente Huerta, cerca de la terminal Guasmo de la Metrovía, ya se observan baches.

Mario Carrasco, habitante de la cooperativa El Mirador, recordó que ese tipo de daños se presenta desde el invierno de 2013.

La presencia de los huecos obliga a los conductores de vehículos a realizar maniobras para esquivarlos, ya que durante las lluvias hay riesgo de accidentes. “Son trampas que no se pueden ver”.

El conductor Daniel Ruiz, quien transitaba por la avenida Francisco de Orellana, cerca de la etapa 13 de la Alborada, estuvo a punto de estrellarse contra la acera, puesto que en el sector no se veían los bordillos por el agua estancada.

La turbiedad del líquido y la fuerza de la lluvia, explicó, no le permitieron visibilizar a tiempo la distancia que había entre su vehículo y la vereda. “Si se me dañaba el carro, ¿qué autoridad responde por eso?”.

En la avenida Rodríguez Bonín, cerca de la Policía Judicial (PJ), y en la Barcelona, se observaba que varios automotores eran empujados porque había entrado agua al distribuidor.

Un extenso tramo del km 6,5 de la vía a Daule, en sentido sur-norte, se congestionó por el taponamiento de las alcantarillas. El inconveniente se origina por los residuos arrastrados de las peatonales que aún deben ser asfaltadas.

La vecina Marcia Chancay, de Mapasingue, pidió a las autoridades locales que actúen pronto, ya que las molestias son permanentes.

En Los Vergeles y Las Orquídeas, pese a obras recientes del Cabildo en el sistema de alcantarillado y pavimentación, las calles se inundaron nuevamente. Los moradores cuestionaron que los trabajos de cierre de un canal, mediante la colocación de un ducto cajón, hayan empezado justo en la época invernal.

En la intersección de la Av. 25 de Julio y Pío Jaramillo, al pie de la Universidad Agraria, un inmenso charco comenzó a drenar a partir del mediodía de ayer, lo que afectó el tránsito en el sentido este-oeste.
En la mañana de ayer se observó que miembros de Puerto Limpio e Interagua recorrieron Mapasingue y Nueva Prosperina para verificar el desfogue de las aguas.

Por la lluvia de ayer, el Aeropuerto de Guayaquil fue cerrado desde las 07:50 hasta las 09:40. De acuerdo con los datos de la Dirección General de Aviación Civil, por mínimos meteorológicos (poca visibilidad), 14 vuelos (9 de TAME, 4 de LAN y 1 de Aerogal) fueron afectados.

Cinco vuelos provenientes de Quito, Cuenca y Catamayo fueron desviados hacia Manta; otros 9 demoraron su salida desde la terminal aérea local. Posteriormente, los que fueron enviados a otra terminal llegaron a Guayaquil y las naves retrasadas viajaron a su destino.

Según el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), en el sector de la UEES, en la av. Juan Tanca Marengo, hubo la mayor precipitación (20,4 mm/m2), entre las 19:00 del martes y 07:00 de ayer. La entidad informó que esta semana estará nublada con lluvias de moderadas a fuertes.