Obras de regeneración urbana dependen más del interés de barrios
Graciela Mancero llegó a Sauces 3 cuando entregaron las primeras casas de la ciudadela, ubicada en el norte de la urbe, hace cerca de tres décadas y, desde entonces, ha sido testigo de los cambios gestionados por el Municipio de Guayaquil.
La última de las obras está ubicada en la esquina de las calles José María Egas y Rodrigo Icaza, frente a los bloques de Sauces 4: un pequeño parque que fue intervenido desde principios de este año y que será inaugurado en las fiestas julianas.
Sin embargo, el colorido de la infraestructura contrasta con el descuido de otras estructuras levantadas para el entretenimiento infantil en otros puntos del lugar.
Hace 15 años, recordó Mancero, se levantaron unos columpios y una resbaladilla frente a su casa, a pocas manzanas del nuevo parque, que contó con la colaboración de los moradores del sector.
Con el tiempo, los juegos se dañaron por la falta de mantenimiento y hubo, incluso, que derrumbar los columpios.
“Si no fuera por la manito de pintura que le doy cada año, hasta la resbaladilla habría que tumbar”, aseguró Mancero, quien criticó la falta de apoyo de sus vecinos para solicitar al Cabildo que intervenga el lugar.
En varias ciudadelas de la ciudad hay comités que se encargan de gestionar obras de regeneración urbana en el Municipio. Pero aún así, se descuidan otros puntos de estos lugares que, en teoría, también deberían ser tomados en consideración para obras.
En la ciudadela Las Acacias, por ejemplo, el Cabildo ha inaugurado, en la última década, varios parques tanto en el sector de las villas como en los condominios. Entre los vecinos se comenta que hay personas cercanas al Municipio que ayudaron a agilizar las obras.
Sin embargo, entre los bloques D-2 y D-3 están unos balancines, también conocidos como subibajas, que están varias décadas como vigas dobladas y oxidadas.
David Hernández nació y creció en este barrio y es testigo del descuido del lugar. “Los allegados al Cabildo se olvidaron de este lugar... no entiendo que estando rodeados de la regeneración esto siga como monumento del descuido”, dijo.
Hernández supuso que la vecindad no ha comunicado del particular al comité central “o no hay interés de los dirigentes por darle solución a este problema”.
Mientras que, Marcos, quien prefirió omitir su apellido, presume que las mismas “amistades” con gente del Cabildo han servido también a ciertos moradores para pasar por encima de la Ley de Propiedad Horizontal.
En el bloque D-1, un inquilino construyó un cerramiento sin solicitar permiso a sus vecinos, como lo estipula el artículo 5 del mencionado estatuto.
“Sabemos que el asunto lo conoce la Comisaría Municipal... pero esta construcción lleva casi un año y aún no se resuelve nada”, aseguró Marcos.
Este diario lleva cerca de tres semanas solicitando información al respecto, como constan varios correos enviados a instancias municipales, sin recibir respuesta.
Los moradores de la ciudadela El Cóndor también solicitan obras en un parque del sector para evitar el hacinamiento de desperdicios y la presencia de maleantes.
Manuel Jara, habitante del lugar, comentó que hace varias semanas inició trámites junto con un vecino para que el lugar sea intervenido por el Cabildo.
“Mi vecino acudió hace poco al Municipio para conocer una respuesta y le dijeron que, en vista de que nadie más denuncia formalmente el hecho, el asunto no tiene prioridad”, manifestó Jara.
Mientras que, el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, indicó, hace pocos días en una entrevista radial, que el Cabildo tiene previsto inaugurar varias obras de regeneración urbana en este mes.
El burgomaestre manifestó que ya se firmaron los contratos para construir cuatro nuevas fuentes en distintos sectores de la urbe y que se iniciaron los trabajos en una nueva etapa de un sector popular de la avenida de las Américas.