La larga columna de automotores se formó, como todos los días, en la avenida Carlos Julio Arosemena, en el norte de Guayaquil.

Uno de los tramos con problemas va desde la Universidad Católica hasta una empresa de café de la zona. Hay varios agentes municipales que intentan mejorar la circulación de carros, pero el atasco aún es inevitable.

La Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE) indicó, antes de entregar la competencia, que dicha vía rápida es una de las más conflictivas de la urbe.

Hasta la mañana de ayer, aún se realizaban trabajos en el paso peatonal metálico que está ubicado en el kilómetro 4,5.

Los empleados municipales colocaban barandas y preparaban el terreno para remover uno de los antiguos pilares que sostienen la estructura.

De esa manera, según comentó uno de los técnicos de la obra, se liberará esa calle para que circulen los automotores.

Asimismo, para la madrugada de hoy estaba prevista la colocación de una extensión del viaducto. Por ello se anunció el cierre de la vía.

El Cabildo porteño comenzó la ampliación de la avenida a fines de junio del presente año.

En el kilómetro 4,5, de acuerdo con el Ayuntamiento, ahora habrá cuatro carriles: dos que conducen hacia la Vía a la Costa y dos hacia la Vía a Daule. “Nos van a permitir prácticamente duplicar la capacidad de la vía, en este sector que es un cuello de botella”, señaló en la presentación del proyecto, Jorge Berrezueta, director de Obras Públicas Municipales.

La zona ampliada quedó casi lista ayer. Los obreros se encontraban barriendo y eliminando obstáculos. También estaban soterrando algunos cables que habían en los postes del área y dando algunos retoques al cerramiento de un templo cercano.  

Según técnicos, en dos semanas podrían estar listas todas las obras.

Luis Paredes, transeúnte frecuente del sector, pidió que se acelerase la construcción, pues hay polvareda y, en ciertos días, tuvo que caminar junto a maquinaria pesada operando. “Es muy riesgoso”, manifestó. (I)