La división de la ciudad en distritos es el mecanismo utilizado por el Gobierno para agilizar la realización de varios trámites ciudadanos. La nueva redistribución de las comisarías, en 9 sectores, es parte de la propuesta que ya se aplica.

Para Viviana Bonilla, gobernadora de Guayas, la distritalización del servicio presenta resultados positivos, después de tres meses de haberse implementado.  

La representante del  Ejecutivo en la provincia asegura que los ciudadanos, como ya están informados sobre las funciones de esas dependencias, acuden directamente a sus instalaciones a denunciar los problemas que los perjudican. (Ver infografía ampliada)

Según el nuevo sistema, si una persona incumple la ley, los comisarios están encargados de efectuar operativos de control y tomar las medidas que crean pertinentes. Esto hasta que un juez de contravenciones dictamine una sentencia. Por ejemplo, pueden verificar si el propietario de un bar o de una discoteca excede los horarios de funcionamiento.

La funcionaria explica que la filosofía es que las dependencias estén más cerca de los usuarios. Por ese motivo se aumentaron de 6 a 9 las comisarías.

Como Guayaquil tiene nueve distritos a cada uno se destinó igual número de dependencias. “Antes el ciudadano que vivía al norte o en el sur, si quería hacer un trámite en las comisarías, tenía que ir al centro”.

Aquello lo ratifica María Beltrán, vecina de Nueva Prosperina (al norte). La semana pasada  se acercó a las instalaciones del distrito 8 (Villa España) para denunciar los precios elevados de los productos de primera necesidad en una tienda de su sector. Lo hizo -explica- porque a través de los medios se enteró de la existencia de dichas oficinas cerca de su sector. “Antes no hacíamos nada, porque teníamos que ir a la Gobernación, pero hoy es más sencillo hacer el trámite”.

En cambio, Luis Villegas, habitante del oeste, se acercó a las instalaciones del distrito 4 (Av. José Rodríguez), para pedir que se realicen controles contra el ruido. “Fue  más fácil el trámite, porque vivo cerca de las dependencias”.

Un criterio similar tiene Marco Lino, dirigente de Monte Sinaí (noroeste), quien señala que cada vez que hay personas que causan escándalo en su zona acude a la Comisaría del distrito 8 para realizar la denuncia. “La apertura de ese espacio es una gran ayuda. En mi barrio nos hemos organizado para dar charlas sobre la ayuda que nos pueden dar ”.   

La división vigente también tiene como finalidad facilitar la realización de operativos simultáneos. Una muestra de acciones conjuntas se registró meses atrás cuando en un trabajo combinado de la Intendencia General de Policía y las comisarías distritales se clausuraron 57 bares y sitios de diversión nocturna que estaban abiertos sin permiso. “Lo mismo haremos en el control de precios en los mercados, venta de gas, cachinerías”, recalcó Javier Burbano, intendente general de Policía.

Otro servicio  desconcentrado es la entrega del  Permiso Anual de Funcionamiento (PAF), que avala a  los locales de venta de comidas y bebidas alcohólicas para que atiendan dentro del marco legal.

En todas estas dependencias hay un comisario, un secretario y una persona que se encarga de emitir el PAF, que en el pasado solo podía obtenerse en la Gobernación. “Ahora hay más ciudadanos que tramitan el permiso y, de esa manera, se disminuye el margen de la inobservancia de la ley”.