Nebot adeuda ecología y regularización de barrios
La llegada de nuevos concejales al Cabildo guayaquileño, este 14 de mayo, genera expectativa en grupos sociales y barriales. Los integrantes de diversos colectivos coinciden en que hay áreas en las que el alcalde reelecto, Jaime Nebot, y los ediles (de mayoría socialcristiana) tienen que trabajar más.
Walter Plúa, presidente del comité de coordinación y gestión comunitaria ‘Esperanza del Buen Vivir’ de Monte Sinaí, asegura que para su sector la prioridad es que se legalicen los terrenos del noroeste, en donde habitan él y sus vecinos.
“No podemos recibir ninguna obra porque legalmente no estamos registrados y eso es una tarea que le compete al Municipio de Guayaquil y que aún está pendiente”, reclama.
El vecino de uno de los nuevos asentamientos de la ciudad cuenta que los terratenientes que vendieron los solares en su sector jamás dejaron espacios para construir un parque o una zona de distracción para los habitantes. Además, solicita, a nombre de los moradores, que una vez avaladas las tierras, el Ayuntamiento ejecute varias obras como pavimentación, agua potable y alcantarillado.
De acuerdo con los datos cantonales del ente seccional, ese sector es uno de los que todavía no cuentan con servicios básicos. Pero la Alcaldía ha ratificado que cuando el Gobierno Central regule esos terrenos, llegará la obra.
En otra área, Ronald Game, presidente del Club Ciclista Sin Fronteras, asegura que la administración municipal le debe mucho a los ciclista de la urbe porque no se ha desarrollado una ciclovía que conecte a la ciudad. “Necesitamos que se vea al ciclismo como un medio alternativo de transporte, no solo como una forma de hacer deporte”. Según Game, Nebot siempre ha escuchado las sugerencias de su club, pero asegura que existen funcionarios de nivel medio que se oponen y tienen actitudes muy conservadoras en lo referente al ciclismo.
En Guayaquil no existe una ruta que conecte a toda la ciudad. Y las que existen son circuitos como la de la avenida Del Bombero o con obstáculos como la de la José Rodríguez Bonín, en donde el ciclista puede chocar con los postes de alumbrado eléctrico o atropellar a algún transeúnte porque el carril está sobre la vereda, critica Game.
Las sugerencias de varios colectivos están relacionadas con el tránsito vehicular, el medio ambiente y la falta de obras en sectores rurales.
Martha Béjar, presidenta vitalicia de la Fundación Accur (Asociación Cívica Cultural de Urdesa), cree que en el nuevo periodo municipal se debe organizar el tránsito en Guayaquil. “Es un asunto que lo deben solucionar porque atañe al 99% de la población, a quienes tienen vehículos y a los que no cuentan con uno. Aquí la gente no ignora las leyes, simplemente es indisciplinada”, asegura.
Un tema que le falta por resolver al Cabildo es la descontaminación del estero Salado. Es un asunto de vieja data, reconoce Xavier Salgado, director de Medio Ambiente Sustentable de la Red Ecológica de Guayaquil. Él considera que existen muchos sectores del estero que siguen contaminados como los que están cercanos al Cristo del Consuelo y la ciudadela La Chala. “La municipalidad debe controlar los sectores en donde existen desfogaderos clandestinos de aguas servidas. Debe tomar en cuenta que este lugar es el pulmón de Guayaquil y que una vez descontaminado y rescatado se puede constituir en un sitio para realizar ecoturismo”.
Pero las sugerencias de Salgado van más allá del entorno ecológico y se atreve a recomendar obras como sitios para personas de la tercera edad. Además recomienda un parque en donde el ser humano tenga un contacto íntegro con la naturaleza, no un parque de cemento y cerramiento.
Para Byron González, presidente electo de la comuna de San Pedro de Chongón, la carencia de obras que ellos tienen (la zona rural) supera cualquier pedido urgente del sector urbano.
“Nos falta de todo, alcantarillado, bordillo, asfalto, concluir la red de agua potable, no tenemos vías de acceso. Son trabajos vitales que estamos esperando y que esperamos que con los nuevos concejales se cumplan.Existe una promesa de campaña y creemos que las obras se realizarán; por lo menos sabemos que están en el plan que elMunicipio tiene”.
En el lugar cuentan con una guardería que construyó el Estado y un programa para adultos mayores del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES).