Música y canto, los talentos innatos de catorce no videntes
El sonido llegó a los oídos de William Quinto y su padre. De alguna parte de la casa donde estaban reunidos se generó la melodía de un popular comercial interpretada con un piano eléctrico.
“Cuando fuimos a ver, ¡oh sorpresa! era mi ñaño Osvaldo”, comentó sonriente William al recordar cómo se descubrió el talento musical de su hermano, quien nació con ceguera.
Osvaldo integra un grupo de 14 jóvenes no videntes que, desde este domingo, se presentarán en distintos puntos de Guayaquil. El joven se muestra algo nervioso cuando le consultan sobre sus gustos y expectativas, pero William habla por él.
Una vez descubierta la afinidad con la música, la familia de Osvaldo contrató a un profesor particular para que le enseñara piano.
Fue en 2008 cuando en la escuela municipal para no videntes Cuatro de Enero, le ofrecieron la oportunidad de integrar el coro.
“Desde ahí amplió sus habilidades, no solo toca el piano y canta, también toca guitarra y el acordeón”, reveló William.
El proyecto del plantel, denominado Notas de Luz, lleva casi una década y aunque algunos se han retirado del proceso -por viajes y otros compromisos- siempre existe el entusiasmo colectivo por sacarlo adelante, aseguró Jefferson Galora, invidente que reside en el sector de Fertisa.
En cierta ocasión se desarrolló en el plantel educativo una obra teatral llamada Circo de la Alegría, cuyos organizadores solicitaron que se incluya un tema musical.
“Fue el inicio de todo, notamos que había talento entre los compañeros y se conformó el coro. Desde entonces no nos detuvimos, la música es parte de nuestra vida”, aseguró Galora.
En el camino, la agrupación ha tenido la oportunidad de acudir a festivales en otras ciudades del país e, incluso, viajar a Perú y México donde se presentaron en emisoras.
Galora tiene afinidad por la música local y admira a intérpretes como Daniel Betancourth y Jorge Luis del Hierro. “En algún momento me gustaría cantar con ellos”.
El coro Notas de Luz se prepara actualmente para desarrollar una agenda en diez iglesias del cantón: Cruz del Papa, Santuario de la Divina Misericordia, San Juan Bautista, Santiago de las Praderas, Santuario Nuestra Señora de la Alborada, entre otras. Habrá una presentación por mes, en un domingo.
Experiencia
El director del coro es Ian Moncayo, quien ha tenido también la oportunidad de dirigir al conjunto de voces de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol).
Para Moncayo ha resultado una grata experiencia entrenar y perfeccionar el talento de los alumnos de la escuela Cuatro de Enero. “Es un don que creo que es innato en ellos, tener un oído musical”.
Este don es también percibido como una emoción indescriptible para los familiares de los no videntes.
Así lo describe Luis Delgado, padre de Michael, de 13 años, uno de los integrantes de Notas de Luz.
La aventura musical del adolescente comenzó hace casi cinco años cuando se interesó por tocar el piano y don Luis se propuso encontrar a alguien que le enseñara.
Esa persona lo halló en la academia El Organista. “Los maestros asumieron el reto y el oído espectacular de mi hijo ayudó bastante”.
El joven Michael también es un poco tímido cuando recién conoce a una persona aunque este comportamiento contrasta con la confianza y soltura con la que entona melodías frente a una gran audiencia.
Don Luis no oculta la emoción en su voz cuando habla del talento de su hijo. “Me dice gracias por llevarlo a la academia, yo le digo que lo apoyaré siempre”.
Michael Delgado y Jefferson Galora actuaron como primeras voces durante una breve interpretación para presentar su agenda.
El periplo que Notas de Luz efectuará por las iglesias de Guayaquil empezará este domingo, a las 10:00, en la parroquia Cruz del Papa, en Samanes 5.
La última presentación del año está prevista para el 2 de diciembre, a las 11:00, en la Catedral. (I)
