Mercedes Sánchez, habitante de Esmeraldas y Oriente, trabaja en un local comercial de la Alborada y para llegar hasta su domicilio aborda un bus de la línea 62 en la calle Rodolfo Baquerizo, por donde transitan dos rutas alimentadoras de la Troncal 2 de la Metrovía.

Tres unidades del transporte municipal, con un intervalo promedio de siete minutos, pasan semivacías delante de Sánchez, quien prefiere esperar la alternativa urbana. “Tengo pésimas experiencias dentro de los articulados, me han robado y morboseado... bien podría avanzar hasta la terminal Río Daule y de ahí al sur, pero no lo haré”, sentenció Sánchez.

Las unidades alimentadoras de la Troncal 2, en el sector norte, circulan en 5 rutas que cubren las vías principales como Juan Tanca Marengo, Rodolfo Baquerizo, Francisco de Orellana, Benjamín Carrión y Guillermo Pareja.

En estas calles, los vehículos de la Metrovía comparten un tramo con las líneas urbanas que fueron desviadas de la avenida de las Américas para dar paso a los articulados de Metroexpress, consorcio responsable de la Troncal 2.

La demanda de los alimentadores en el norte es irregular. En los sitios donde hay más líneas urbanas (Rodolfo Baquerizo, Francisco de Orellana y Miguel H. Alcívar) son pocos los usuarios que abordan los vehículos de Metroexpress.

Mientras que en la Juan Tanca Marengo, donde casi no circulan otras líneas, los alimentadores, que pasan en un intervalo de 7 minutos, en promedio, transitan casi al borde de su capacidad.

Federico Von Buchwald, presidente de la Fundación Metrovía, explicó que la irregularidad en la preferencia a las rutas alimentadoras es normal en los primeros días de operación de las troncales. “Aún persiste el desconocimiento de las rutas en el norte como ocurrió con esta misma troncal en el sur, en febrero pasado”, dijo Von Buchwald.

Los trayectos de los alimentadores, en el sector norte, funcionan con 30 unidades en total. Los ciudadanos que prefieren los buses urbanos criticaron el hacinamiento que se presenta en la ruta de la Metrovía y el tiempo que toma llegar de un punto a otro cuando se requiere hacer trasbordos.

Si se recorre solo la Troncal 2 (Av. 25 de Julio, Pedro Moncayo, Av. de las Américas y Av. Machala) el tiempo de llegada entre las terminales Río Daule y 25 de Julio es de 30 minutos, lo que representa entre 10 y 15 minutos menos que en las líneas urbanas que antes cubrían la ruta.

Sin embargo, cuando se requiere hacer trasbordo a otras troncales y las rutas alimentadoras, el tiempo de llegada es mayor que en anteriores alternativas de transporte urbano, según los usuarios.

Mario Cevallos, estudiante universitario, comentó que llegar a la Alborada, desde la Universidad Laica Vicente Rocafuerte, le toma aproximadamente 45 minutos.

El trayecto empieza en el paradero Aguirre Abad, avanza hasta la terminal Río Daule para hacer el trasbordo a  un  alimentador que lo lleva a su domicilio. “Es absurdo si tomamos en cuenta que antes me hacía   máximo media hora cogiendo la línea 62 y sin necesidad de hacer tanta fila”, afirmó Cevallos.

Mientras que quienes prefieren la Metrovía destacan que sienten mayor tranquilidad porque no se exponen a  asaltos a mano armada y amenazas de los vendedores ambulantes.

La Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE) informó que 26 líneas de transporte urbano desviaron su ruta de la avenida de las Américas y 14 salieron de circulación   definitivamente.