Unos tubos metálicos retorcidos de una baranda que divide la av. Domingo Comín son los objetos que marcan el sitio donde Javier Chicaiza, de 52 años, murió tras ser embestido por un alimentador de la Metrovía. El occiso, quien tenía el oficio de soldador, vivía en la coop. Justicia y Libertad, sur de la ciudad, a pocos metros de la parada Los Tulipanes, lugar del accidente.

Según testigos del suceso, el ciudadano trató de alcanzar a su perro (que se le había escapado) cruzando por el paso cebra y la unidad de transporte, que venía en sentido sur-norte, no frenó a tiempo.

Los vecinos reaccionaron en forma violenta e intentaron quemar  el automotor. La Policía Nacional y agentes de tránsito intervinieron para controlar la situación.

Henry Solís, habitante del sector, acotó que a fines de 2015 falleció una niña de 11 años tras ser embestida por un bus de este sistema de transportación, “casi en el mismo sitio donde murió don Javier”.

Hace menos de dos meses, la joven Lady Freire, de 18 años, perdió la vida tras caer de un articulado, que luego la arrolló. Esto ocurrió aproximadamente a 600 metros de donde atropellaron a Chicaiza.

Para Roxana Quimí, sobrina de la víctima, es inevitable que los vecinos pierdan la paciencia, en especial “por el poco tiempo que ha pasado entre los accidentes”. La parada Los Tulipanes cuenta con semáforos vehiculares y peatonales, así como señalética horizontal y vertical que demarca las zonas de circulación para personas y automotores.

Sin embargo, Quimí critica el poco tiempo que dan los dispositivos para cruzar la calle. “Por eso es que el chofer venía rápido”. Describe que en los escasos 15 segundos que dan los semáforos a los peatones para pasar, hay choferes que se animan a “calcular” el cambio de rojo a verde y no desaceleran.

Silvio Farfán, habitante de la coop. Justicia y Libertad, afirma que de las tres rutas alimentadoras que circulan por la zona “la que más pasa ‘volando’ es la que se integra con la terminal 25 de Julio”.

En el accidente de la noche del pasado domingo, al momento que llegó el alimentador hasta la parada, afirma Farfán, había carros detenidos, “y el bus, como no para en Los Tulipanes, quiso pasar de largo a alta velocidad”.

Frente a esto, los habitantes del sector solicitan al Municipio y a las autoridades de tránsito que revisen la sincronización de los semáforos para que exista más tiempo para que se movilicen los peatones.

Ayer en la tarde el cuerpo de Chicaiza fue entregado a sus familiares. El sepelio se dio en el mismo lugar donde trabajó como soldador. A las 18:00 los deudos pusieron el féretro en el carril exclusivo de la Metrovía para exigir justicia. John Villamar, allegado al occiso, dijo que “el pueblo aquí protestó cuando estaban haciendo la Metrovía.

Hicieron caso omiso y se salieron con la suya pues la construyeron. Ahora que hay muertos, todo queda en la impunidad y nadie se hace presente”.

Roxana Quimí no descarta emprender medidas legales contra el chofer involucrado, quien se encuentra detenido.

Por su parte, la Fundación Metrovía informó que las investigaciones determinarán las responsabilidades. La entidad recibió el parte de los agentes de tránsito, en el que se indica que la víctima dio positivo en la prueba de alcoholemia. Así lo indicó Leopoldo Falquez, gerente de la entidad.

No obstante, admitió que el tema les preocupa y entre las primeras medidas que se adoptarán está la ubicación de nueva señalética en el carril exclusivo que indique la velocidad máxima para los conductores de la Metrovía. La instalación de los rótulos se dará en el transcurso de esta semana.  

ATM inició censo de buses urbanos

La Autoridad de Tránsito Municipal (ATM) inició ayer la revisión y censo de los buses de transporte urbano para, en lo posterior, autorizar el incremento del pasaje a $0,30.

Hasta el mediodía de ayer, 50 unidades de distintas cooperativas acudieron hasta la Avenida del Parque (Parque de Los Samanes) y de estos el 70% pasó el chequeo, indicó Fernando Amador, director de transporte público de la ATM.

Un total de 19 personas, entre técnicos y supervisores, se encargaron de verificar que los buses cumplieran con 10 requisitos técnicos, entre ellos, asientos preferenciales y espacio para usuarios en sillas de ruedas. Amador puntualizó que se ha solicitado a los dirigentes transportistas que presenten un diseño que permita que “las personas con discapacidad puedan ingresar sin apoyo”.

Se prevé atender un promedio diario de entre 250 y 300 buses de un total de 3.000 que operan en la urbe. El proceso culminará el próximo 15 de agosto. Aquellos automotores que no pasen la revisión serán chequeados nuevamente entre el 16 y 30 de agosto, pero durante ese lapso no podrán circular. (I)