Medidas intentan romper con lo rural en la urbe
Estas innovaciones tendían a regular el incremento poblacional y racionalizar el uso y tenencia del suelo urbano. A esto se sumaban las regulaciones de ornato y construcción que intentaban controlar el uso extensivo de material combustible (madera, sobre todo) y racionalizar la ocupación del espacio público.
Persiguiendo este último objetivo, en 1906, se prohibió la existencia de balsas-viviendas en la ría, práctica habitacional que aún pervive en la ruralidad de la cuenca baja del Guayas.
Otra medida orientada a urbanizar y por tanto desruralizar Guayaquil fue la objeción que hizo el Cabildo, en 1915, al intento de habitar las quintas Medina, Pareja y Rendón, conminando a sus dueños para que rellenen sus predios y los incorporen a la planta de la ciudad. 10A esto se suma la exigencia que se hacía a los constructores de diseñar planos con firmas responsables, lo que revela una visión moderna, opuesta a la tradición de utilizar maestros carpinteros, acostumbrados a levantar edificaciones de manera empírica.