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Marca Narcisa crea líos con la gente de Nobol

Marca Narcisa crea líos con la gente de Nobol
10 de mayo de 2011 - 00:00

Cuando la entonces Beata Narcisa de Jesús fue elevada a los altares como santa de la Iglesia Católica, aquel 12 de octubre del 2008 los ojos del mundo se voltearon hacia ella y Nobol. El pueblo donde la Sierva de Dios  creció, cobró relevancia.

Antes de aquella fecha y de ese suceso, este cantón de la provincia del Guayas, ubicado a orillas del Río Daule, era conocido por varios de sus platos típicos:  maduro con queso y el seco de pato.

Sin embargo hoy, según explica su alcaldesa Mariana Jácome, quien tiene dos años en la gestión, “Narcisa de Jesús le dio notoriedad al pueblo”, mientras afirma que cada domingo, desde la canonización hace más de dos años, ingresan un total de 4 mil a 5 mil turistas los fines de semana. Esto quiere decir, unos 2 millones al año, aproximadamente, de acuerdo a la funcionaria.

La jefa del Cabildo afirma que al Santuario de Narcisa de Jesús, donde se encuentra el cuerpo incorrupto de la Santa, vienen feligreses nacionales y extranjeros.

Para impulsar esta actividad, el concejal y presidente de la Comisión de Turismo del Municipio, Segundo Castañeda, afirma que la entidad ha trabajado con  énfasis en la regeneración urbana del cantón Nobol, para incrementar el auge de visitantes a esta zona, donde su fuerte es el turismo religioso.

“En la vía principal de ingreso, la avenida Río Amazonas, se realizaron trabajos de colocación de techos, mesas de madera, bancas y bordillos en las aceras. Todo esto para mejorar la imagen y que los turistas se sientan cómodos y atraídos”, afirma Castañeda.

Pero estos no son los únicos trabajos que se realizan en Nobol. La estructura física y las calles han mejorado, sostiene el vicealcalde Jorge Morán.

Según explica,  40%  de las vías se encuentran pavimentadan y adoquinadas. Por ejemplo, la calle Juan Fernández y parte de la avenida Tomás Martínez, que son aledañas al Santuario Narcisa de Jesús, que se  comunican con  el malecón de Nobol.

Una zona que otrora era considerada peligrosa, oscura y una guarida de delincuentes, es el parque Narcisa de Jesús, ubicado en la ciudadela del mismo nombre, casi al ingreso a este cantón.

Según explica Cañizares, la imagen que Nobol quiere brindar para el turismo va más allá del santuario y la gastronomía, por eso su gestión frente a la división turística se enfoca también en el mejoramiento de los parques de esa ciudad.

Este parque, que será abierto al público el próximo 14 de mayo, contará con juegos infantiles, una cancha de uso múltiple, zonas de descanso y recreación, una tribuna, un pequeño escenario y una gruta donde estará la imagen de la patrona de Nobol.

“El parque estará iluminado, con cerramiento y guardianía. Esto beneficia a los habitantes del sector porque les da seguridad. Muchos de ellos tienen negocios de comida en los alrededores de la zona”, afirma Cañizares, en una visita a la construcción.

Comida y religión

Hay dos aspectos que dominan la escena al ingresar a Nobol. Uno de ellos es la religiosidad. Rosarios, cuadros, escapularios, llaveros, libros  de oraciones, biblias y todo tipo de recuerdos se vende desde $ 0,50 en los exteriores y alrededores del Santuario Narcisa de Jesús.

Sin embargo, el turismo y las ventas no resultan tan productivos para los comerciantes, contrario a lo que afirman las autoridades, al referirse a la afluencia de visitantes.

Este es el caso de Susana Morejón, quien vende velas y estampas de diferentes santos en los exteriores de la iglesia desde hace  20 años. Según recuerda, hace dos años cuando los eventos por la canonización de Narcisa de Jesús estaban en su apogeo, existió mucha expectativa, pero esta se desvaneció de forma temprana.

Pero Rocío Cárdenas, una comerciante  de Baños y radicada hace una década en Nobol, señala responsables de esta situación: “El Santuario. Quiere abarcar todo el negocio de la venta de productos religiosos. Abrieron bazares adentro, donde tienen lo mismo que nosotros vendemos afuera”, se queja.

A este reclamo también se une Carlos Rivadeneira, de 20 años, quien desde su infancia trabaja junto a sus padres en la venta de productos religiosos. Según dice, el nivel de las ventas es bajo y les representa pocas ganancias.

Rivadeneira relata que desde hace un par de semanas, dentro del santuario se venden botellas y galones de agua “Narcisa de Jesús”, con la imagen de la Santa impresa en la etiqueta, en dos presentaciones: la botella se vende a 25 centavos  y el galón a un dólar.

“Cuando se bota el galón (vacío), se lo hace con la imagen (en la etiqueta) de la Niña Narcisa. Eso es una falta de respeto a la Santa”, afirma Rivadeneira, quien se confiesa devoto a la Violeta de Nobol.

El y varios comerciantes del sector rechazan la venta de este producto, pues aseguran que antes los feligreses hacían  bendecir agua durante la eucaristía, luego de llenar sus propias botellas con el líquido proveniente de unos grifos  en la parte exterior de la iglesia.

Actualmente, la zona donde se encontraban las llaves de agua está cerrada con un cerco de  madera y, según indicaron en el templo, en  fase de remodelación.

El padre Stanley Henríquez, rector del Santuario Narcisa de Jesús, se negó a pronunciarse sobre este tema.

Mientras eso ocurre con el líquido vital,   decenas de puestos de comida se disponen a lo largo de la avenida principal, por donde se ingresa al pueblo.

Tortillas, torrejas, seco de pato, seco de chivo, fritada, maduro con queso, entre otras opciones  se pueden degustar en este cantón de la provincia del Guayas.

Al igual que el sector del comercio de productos religiosos, para ellos la situación no es favorable.

Este es el criterio de Gina Castañeda, dirigente de la Asociación de Comerciantes de Comidas Típicas de Nobol, quien afirma que si bien se han beneficiado con los trabajos de regeneración urbana en el cantón, se han afectado con el valor del peaje y la falta de clientes.

Al respecto, destaca que el último feriado, en Semana Santa, se esperaba una gran afluencia de turistas, pero no fue así. “Esta es una tendencia que ya viene más o menos desde octubre de 2010. El comercio está un 30% más bajo desde ese mes”, afirma con preocupación.

También asegura que para evitar una menor demanda de alimentos, han decidido no incrementar los precios de los platos, que se mantienen desde hace  dos años.

“Por ejemplo, el seco de gallina cuesta $ 3,50; el caldo de salchicha, $ 2; la libra de queso $ 2,50”.

Similar al caso de los comerciantes de productos religiosos, la dirigente afirma que la expectativa y emoción popular por la canonización de Narcisa de Jesús duró  meses, y que con el tiempo el pueblo ha vuelto a su ritmo normal.

Sin embargo, según el vicealcalde Jorge Morán, desde que Narcisa de Jesús fue declarada santa por la Iglesia Católica, la población flotante de comerciantes, es decir aquella que se mantiene de forma itinerante entre el cantón y otros puntos del país, se ha incrementado  en  70%.  Según dice, el 90% de los comerciantes, especialmente los fines de semana, pertenecen a esta categoría.

Pero estos no son los únicos sectores que manifiestan su descontento. Robinson Tutivén, vicepresidente de la Asociación de Canoeros de Nobol, expresa que su situación post-canonización no ha resultado positiva tal como esperaban.

“Antes de la canonización de la Niña Narcisa había más turismo, la gente estaba más interesada. Entre semana no hay clientes”, afirma.

Desarrollo urbanístico

“Nobol, como capital turística de la religión” fue la idea que tuvo en mente Elena Franco, presidenta de Inmobiliaria Gialé, para impulsar la construcción de la urbanización Río Paz, ubicada a 500 metros del Santuario de Narcisa de Jesús, dentro de la hacienda San José.

Por eso, Franco sostiene que tener una vivienda en esa ciudadela será como vivir en “tierra santa”, pues es el sector donde la Violeta de Nobol creció y fortaleció su fe.

La nueva urbanización, del tipo satelital, estará a 35 kilómetros y a 30 minutos de Guayaquil. Son  187 villas de una y dos plantas en la primera etapa.

La construcción en su totalidad comprende tres fases y  800 viviendas. Según Franco, el crecimiento poblacional de los sectores de Daule, Nobol y la vía a Samborondón amplía el horizonte de la demanda de viviendas, brindando la posibilidad de extender la creación de urbanizaciones hacia la periferia de la ciudad.

Además, afirma que el propósito es otorgar otras opciones de viviendas a sectores aledaños a esta ciudadela privada, como Petrillo, por ejemplo.

Las viviendas tendrán un valor de $ 18.700 sin acabados y de $ 20.000 con acabados. Las casas de dos plantas costarán $ 38.700, y existe opción a varios planes de financiamiento.

En total, la obra tiene un presupuesto de $ 4 millones.

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