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Los rostros jóvenes del diseño y la moda en el país

Andrea Vega, de 22 años, es una guayaquileña apasionada por el diseño de modas, dedica mucho  tiempo a este oficio. Fotos: cortesía
Andrea Vega, de 22 años, es una guayaquileña apasionada por el diseño de modas, dedica mucho tiempo a este oficio. Fotos: cortesía
30 de marzo de 2014 - 00:00 - Catherine Olmedo, Alejandra Hernández, Karla Koronado, Karina Timn. Estudiantes de la Universidad Politécnica Salesiana. Docente Tutor: Susan Escobar

Ecuador ha querido dar un paso más en el mercado de la moda ofreciendo a su clientela de toda edad modernos estilos, incorporando lo nacional. Tanto en talento humano como en materiales, las nuevas creaciones realizadas por jóvenes emprendedoras con metas claras nos muestran cómo lucir a la moda y para ello ha confiado en la marca Fulgore y Ropa Gallardo, mostrando su experiencia en el mundo del diseño y la costura.

Esta nueva aventura empresarial permite a los rostros jóvenes  aumentar en un futuro su presencia en mercados como Colombia, Perú, entre otros. Creaciones inspiradas para la mujer ecuatoriana del siglo XXI, elegantes, cómodas, frescas, seguras y confiadas, son  las prioridades al momento de crear las prendas y ser expuestas al público; los estampados y las flores no pueden faltarles a la hora del acabado, transmitiendo el espíritu fresco de cómo es la mujer ecuatoriana.

“Gallardía” y elegancia para la mujer ecuatoriana

Lily (22) y Michelle (24) son 2 hermanas guayaquileñas pertenecientes a la familia Gallardo Gutiérrez. Sus progenitores siempre se han desenvuelto en el mundo musical: el padre, un músico que heredó esta pasión a sus 2 hijos; y la madre, dueña de Instrumentos musicales Gallardo. Sin embargo, a estas jóvenes emprendedoras, el amor por la moda las impulsó a iniciar su propio negocio: Ropa Gallardo.

“Hace 8 años un hermano nuestro se radicó en Estados Unidos. Michelle y yo lo visitábamos con cierta frecuencia. Esos viajes nos hicieron notar que las tendencias y la moda tardaban en llegar a Ecuador, muchas veces llegaban diseños y telas diferentes o, peor aún, nunca llegaban”, explica Lily Gallardo. “Por ello surge la idea de comprar ropa en el extranjero para venderla en Guayaquil. Comenzamos a traer prendas frescas y cómodas de marcas juveniles como Papaya o American Eagle, ya que eran apropiadas para el clima de nuestra ciudad”.

Así empezó Ropa Gallardo hace 5 años aproximadamente. Lily recuerda que su habitación fue el primer ‘showroom’ donde llegaban sus amigas para comprar ropa y accesorios. “Empezamos a tener más clientas gracias a que nuestras amigas les comentaban a más personas sobre nosotras, por eso mudamos nuestra mercadería a la habitación que era de mis hermanos y la transformamos en una miniboutique”, comentó.

Las redes sociales también fueron un elemento clave. Mantenían una cuenta en Facebook, pero debido a la cantidad de amigos que tenían crearon un fanpage y con el tiempo se hizo evidente la necesidad de crear su propia cuenta en Twitter e Instagram. “Ha sido un proceso de continuo aprendizaje: al inicio tomábamos fotos poco convenientes, fallaba la luz, buscábamos modelos para que las clientas se sientan identificadas y de hecho muchas modelos son nuestras propias amigas”.

Abrir su propio local fue un sueño que deseaban cumplir hace 4 años, pero era complicado por el tiempo que demandaban sus estudios. Lo plantearon como su objetivo para el año 2013 y lo lograron. Desde finales del año pasado, Ropa Gallardo recibe a sus clientes en su local ubicado en Urdesa Central - Circunvalación Sur 615 entre Ficus y Av. Las Monjas.

Michelle Gallardo estudia Publicidad y Marketing, ella es la gerente general de Ropa Gallardo. Hace 2 años Lily decidió estudiar Diseño y Producción de Moda, Asesoría de imagen y Corte y Confección, en la Escuela Argentina de Moda. Así se complementan perfectamente en el negocio. “Trabajar con mi hermana es una de las mejores cosas que me ha pasado”, explica Lily, “cuando las empresas tienen conflicto entre sus socios muchas veces causan daños irremediables o se separan. Al trabajar con Michelle sé que cualquier problema que se presente lo podremos superar porque primero somos hermanas”.

Para definir el estilo de Ropa Gallardo necesitamos 3 palabras: romanticismo, alegría y elegancia. Los colores pastel y las flores son sus principales características. “No nos llama la atención la ropa provocativa o muy brillante, somos mujeres más conservadoras”, menciona Lily.

A pesar del nombre de la marca, estas jóvenes tienen su propia línea de zapatos. Lily explicó que como los zapatos no ingresaban en la categoría ‘ropa’, decidieron buscarle un nombre diferente. Así nacieron las ‘julietas’, en honor al célebre personaje de una de las obras más famosas de Shakespeare: Romeo y Julieta. La idea inicial fue confeccionar flats (sandalias bajas) porque eran un complemento perfecto para el estilo de ropa que vendían. Recientemente lanzaron nuevos diseños de ‘julietas’ en modelo oxford. “La moda antigua combinada con lo moderno está en boga”, comenta Lily, “los oxfords son modelos de zapatos que anteriormente no se usaban con tacos, pero desde hace un año empezó esta nueva tendencia, así que decidimos implementarla también en nuestras julietas”.

La nueva meta planteada por las hermanas Gallardo es la creación de su propia ropa. “Siempre traemos mucha mercadería, pero se agota inmediatamente, por ello queremos ofrecer nuestros propios diseños, para tenerlos siempre disponibles. Podemos hacerlo, hemos estudiado para ello y conocemos lo que a nuestras clientes les gusta”, menciona la joven empresaria. El lanzamiento de su primera colección está programado para poco menos de un mes; estará cargado de energía y flores, pues quieren “resaltar el vestir femenino de la mujer guayaquileña”.

Ropa Gallardo cumple muchas exigencias de sus clientas, lo evidencian los diferentes comentarios y fotografías que se muestran a diario en las redes con el hagtagh #RopaGallardo y #JulietaS. Incluso jóvenes de Colombia, Argentina y Venezuela preguntan por la marca.

Actualmente trabajan alrededor de 12 personas en esta empresa: artesanos, diseñadores gráficos, vendedoras y community managers. Lily y Michelle se preocupan por informarse y formarse a diario. “En la mañana siempre nos dedicamos al manejo de las redes, planeamos promociones, revisamos blogs, buscamos siempre innovar”. Además participan en múltiples seminarios y talleres para actualizar sus conocimientos.

“Los Gallardo siempre nos hemos caracterizado por hacer todo juntos”, afirma Lily, quien también estudia Comunicación Escénica. “No hay nada difícil e imposible. Inicié a los 16 años con este sueño, aunque las metas se veían muy grandes, pero si crees que es posible, lo consigues. Si no das el primer paso, no llegas al último escalón”.

Fulgore: Fusión de 2 pasiones

Quiteña de nacimiento, Bertha Serrano  en 2 meses cumplirá 23 años. Desde el 2001 reside en Guayaquil, por eso se considera mixta, y en un momento de su vida vivió en Loja.

Su familia es de mamá, papá, hermano y una sobrina. Su padre es orfebre, anteriormente su madre trabajaba en la banca, pero actualmente ayuda a su hija en la tienda Fulgore, y su hermano lleva poco tiempo incorporado al negocio, aunque antes laboraba para Max Mara.

Estudió Ingeniería en Marketing con mención Branding en la Universidad Santa María, pero realizó algunos cursos de diseño en Lima (15 días intensivos). En el mes de junio piensa viajar a Nueva York para especializarse en industrialización sostenible.

Su padre la hizo reflexionar con respecto a la profesión que iba a escoger, diciéndole “Vas a estudiar aquí Diseño, donde no es una carrera muy explotada, y todo lo que es diseño, manual o arte es algo innato de ciertas personas; por qué no estudias una carrera que te ayude a potenciar ese don que posees y no seas como los diseñadores locales que se dedicaron netamente a esta profesión y en muchas ocasiones se han quedado estancados”.

Desde los 15 años comenzó a diseñar. Recuerda que ella dibujaba y era su hermano quien hacía las caras, pero él dejaba que su empleada doméstica ejecute dicha acción.

Dedica cierto tiempo a preparar dulces, lo cual lo toma como un pasatiempo, es por eso que ella señala lo siguiente: “Si no me hubiera dedicado a Fulgore, me hubiera hecho pasttelera”. También le gusta pintar.

Fulgore es ciento por ciento marketing, desde los convenios multinacionales que manejan actualmente, hasta la parte de recrearle al cliente esa historia que le desean sembrar.

Bertha se enfocó en el marketing emocional, que consiste en decirle al consumidor: “Perfecto estoy haciendo este producto ecuatoriano, que detrás de él hay muchas personas que trabajan diariamente”. Esto ayuda a posicionar su marca.

Otra estrategia que usó para poder posicionar su marca fue ponerse en el lugar del otro, esto lo tomó como un reto, que fue hace 2 años aproximadamente. También hicieron que sus clientes tengan en mente que Fulgore es una marca ecuatoriana, por eso este año patentaron ese hecho con amor, es decir, todo el esfuerzo en la elaboración de sus productos desean que los consumidores valoren el mismo y que lo vean como una obra de arte.

Posee otra tienda que es de niñas, se llama Fulgore Kids, ubicada en Ceibos hace 10 días y adicional tiene una marca para hombres, que se la colocó a lado, tiene alrededor de 8 meses.

Bertha diseña todo, desde los zapatos, cartera hasta la ropa, su personal es quien los confecciona, ellos también pueden opinar acerca de los diseños.

Las colecciones tienen que marcar una historia, porque Fulgore no es una tienda comercial, pero sigue los estándares de la moda, por eso adaptan las tendencias mundiales con sus ideas, por ejemplo, “Había una vez” era el tema de un lanzamiento de ropa a nivel internacional, que consistía en flores de fantasía, pero Bertha le cambio ciertos aspectos y le puso flores silvestres, orquídeas, etc…

Ninguna tela es hecha en Ecuador, porque no produce insumos textiles terminados, pero sí materia prima, como es el algodón, pero este tiene un proceso. Bertha compra aquí los materiales necesarios para la elaboración de sus productos, a excepción del cuero.

Una forma de hacer publicidad es por medio de las redes sociales; esta estrategia la aprendió en una clase de Branding, la cual le resultó muy bien, ya que actualmente su mercado reconoce su marca.

Fulgore crecerá con el tiempo, expandiéndose a otras provincias, haciendo que su marca sea más reconocida, pero sobre todo que los ciudadanos sepan que son productos ciento por ciento ecuatorianos.

Un legado de alta costura

Andrea Vega, de 22 años, es otra joven guayaquileña apasionada por el diseño de modas. A su corta edad pero ya con experiencia ha dedicado su tiempo a este oficio que, según cuenta, fue por su madre la reconocida diseñadora Amparo Gómez, quien le permitió conocer de este mundo.

A punto de culminar sus estudios superiores de Ingeniería en Marketing en la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES), señala que en septiembre de 2012 su pasión por el diseño comenzó siendo un pasatiempo mientras elaboraba a mano accesorios de ropa, aretes y collares con tela y luego se percató de que dichos productos resultaban para la venta.

Fue entonces, en la feria El Mercadillo en la Casa de Colores de Urdesa donde comenzó a venderlos y le resultó provechoso.

A partir de esta experiencia empieza a diseñar tanto para la línea de su madre como para ella misma.
Dentro de las colecciones de ropa que ha presentado se encuentran Pretty Style, que trata de tonos pastel en un estilo más clásico y delicado; mientras Street Style es una propuesta más urbana donde predominaron los tonos de neón, tonos fuertes y pastel.

Actualmente ha lanzado su propia línea de ropa llamada Voome, en referencia a una tendencia juvenil dirigida al público femenino entre 16 y 27 años, donde se destacan diseños de ropa y accesorios.

Andrea, quien gusta de la moda europea, comentó además que los colores de su preferencia a la hora de diseñar son el blanco y negro, posteriormente los tonos pastel, incluso menciona que en  sus prendas un detalle es distinto del otro.

Como amante de los lazos en forma de corbatín (moño) muestra en su marca diseños de blusas y vestidos donde el realce de éstas son lazos grandes que dan  un aspecto cómodo pero de muy buen gusto para los clientes.

Señala que a pesar de imponer diseños únicos depende también de las tendencias que estén presentes.

Comenta además que antes de realizar sus diseños siempre se percata de qué tela escoger, dependiendo del tipo de prenda que elabore. Las telas que por lo general Andrea define son compradas en el país a diferencia de su progenitora, quien las utiliza importadas.

Sus estudios, señala,  fortalecen más su oficio en tanto al posicionamiento y manejo de su marca ya que la vinculación de ambos la ayudan más en sus proyectos a futuro. De la mano de su madre dice que ha aprendido, sin dudar; ahora colabora junto a ella en su local VOGGIE ubicado en Urdesa desde hace 4 años.

Explica que también sus tías gustan de la moda y eso ha dado por concluir que ‘ya es de familia…’ el gusto por el diseño y la costura.

Entre sus principales influencias menciona a Coco Chanel. Y entre sus prendas favoritas se encuentran las blusas de mangas largas donde suele tomarse un par de semanas en elaborarlas.

A futuro desearía ser una de las referentes de moda ecuatoriana y destacar sus diseños a las pasarelas internacionales.

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