Los zumbidos de los carros que circulan a alta velocidad se escuchan por delante y atrás de Mirella Alvarado, de Mucho Lote 2, mientras intenta cruzar la autopista Narcisa de Jesús, en el norte de la urbe.

Se pasea de un lado a otro en uno de los tres parterres que separan los 12 carriles de la transitada vía. Calcula los momentos en que puede seguir avanzando. “Siempre corriendo, no hay cómo caminar porque estos (choferes) pasan volando”.

La situación es cotidiana para miles de habitantes que a diario deben dirigirse a sus actividades académicas y laborales.

En los 10,5 km de extensión que tiene la autopista, solo existen tres pasos peatonales: A la altura de  las urbanizaciones Metrópolis, Vergeles y cerca de Limonal.

Para muchos vecinos de la zona, como Nina Murillo, de Jardines del Río, son insuficientes las estructuras que permiten cruzar la calle sin riesgo para los peatones. “Debería haber, mínimo uno cada 2 km”.

Existe tramos, como el que abarca la zona adyacente al parque Samanes, donde no existen lugares habitados y en los que no se presenta el requerimiento de los puentes elevados.

Sin embargo, en Mucho Lote 2, un plan habitacional que cumplió un lustro de existencia, los ciudadanos no tienen más opción que cruzar la autopista a nivel del suelo, exponiéndose a accidentes fatales.

Para Carlos Gutiérrez, habitante de la zona, el Municipio debió considerar el paso peatonal desde que implementó el proyecto, en 2010.

Un letrero ubicado en uno de los parterres indica que próximamente se construirá la infraestructura requerida a un costo de $ 441.000.

Mientras tanto es muy probable que Gutiérrez vea otro percance que involucre a los automotores. “No pasa semana sin que haya por lo menos uno”.
La Autoridad de Tránsito Municipal (ATM) registró 36 accidentes durante 2016 en la mencionada vía. En estas situaciones, hubo siete heridos y 128 muertos.

Para Luis Lalama, comandante de la ATM, hay una responsabilidad compartida en los hechos.

En tanto que los conductores irrespetan los límites de velocidad, los peatones “no usan los pasos elevados en los lugares donde sí hay”.

En sitios donde tales elementos existen se han colocado barreras metálicas para impedir el traspaso pero estas terminan a pocos metros y los ciudadanos, si así lo deciden, las rodean para cruzar.

A la altura de las urbanizaciones Metrópolis 1 y 2, donde también existe la unidad educativa del Milenio ‘Alfredo Vera Arrata’, se puede observar a peatones que transitan cerca de la cerca hasta encontrar el sitio donde pasar al otro lado.

Los rangos de velocidad establecidos en son de 70 km/h, en los carriles de servicio (laterales) y 90 km/h, en los de velocidad (centrales) pero hay conductores que circulan hasta a 135 km/h.

La ATM sumó seis radares para control de velocidad, durante 2016, en la autopista que fue inaugurada en 2006.

En momentos de mayor flujo vehicular, por los carriles de servicio circulan 1.500 carros y por los de velocidad, 3.500, cada hora.

La cantidad supera el flujo que se registra en la avenida Quito por donde circulan 3.200 automotores, en el mismo lapso. (I)