Los niños pequeños cada vez se involucran más con la tecnología

Giselle Alcívar, estudiante de la U. Laica Vicente Rocafuerte

El avance tecnológico y la implementación de diversos dispositivos electrónicos han facilitado la vida de las personas, ya sea para comunicarse o para hacer uso de ellas en el campo laboral.

Pero la mala utilización de estos recursos tecnológicos puede traer consigo diversos problemas en el comportamiento de las personas y afectar los vínculos familiares debido a la adicción y total concentración en estos instrumentos.

Este problema no solo abarca a los adultos y adolescentes, sino también a los niños desde los 2 años de edad, ya que muchos de ellos pasan horas concentrados en el monitor, la consola o una tablet.

Para el psicólogo Ernesto Quevedo Mora, director académico de la facultad de Psicología de la Universidad de Guayaquil, lo ideal es que los padres eduquen a sus hijos para que compartan con ellos y tengan ese sentido de responsabilidad.

“Los padres deben asumir el sentido de ser padres y no dejarlos a cargo de hermanos o alguna otra persona. Deben educar a sus hijos jugar con ellos, y darles afecto”.

Quevedo asegura que muchas veces los niños no tienen problemas de adicción, sino que quieren buscar un sentido de pertenencia y esto se refleja en cada clase social de diferentes maneras. Por ejemplo, dice, los niños de bajos recursos juegan con sus amigos o pasan jugando solos en la calle y esto los podría llevar a la drogadicción. Los niños de clase media pasan en sus habitaciones jugando con sus dispositivos o aparatos tecnológicos.

La psicóloga educativa, Esther Alarcón, dice que la adicción a la tecnología es peligrosa porque los niños no están desarrollando sus habilidades psicomotrices y esto ocasiona que tengan una vida sedentaria, pasen más tiempo encerrados, tengan poco contacto social y como consecuencia sean personas aisladas y retraídas.

Juan Carlos González, ingeniero electrónico, dice que un niño a partir de los 10 años debe hacer uso de las tecnologías, pero advierte que a esa edad aún no tienen conocimiento del verdadero uso de las herramientas porque la mayoría de infantes solo las utiliza para jugar.

Argumenta también que la tecnología no es motivo para que exista distanciamiento entre padres e hijos y que el problema radica en su excesivo uso.