Los lavadores de carros piden plazo para hallar local

La Avenida Isidro Ayora, en el norte de Guayaquil, luce distinta. En el sitio ya no se observa la decena de personas, con mangueras y cubetas,  que lavan carros en  la vía pública.

En la acera, cerca de la ciudadela Mucho Lote, hay pocos hombres sentados con franelas rojas en las manos.

Eduardo Almeida, uno de ellos, comentó que no van muchos clientes hace varios días. “Ya no vienen muchas personas”, contó un ciudadano, quien cobra $ 2 por limpiar un vehículo liviano.

Almeida es uno de los pocos que se mantiene en la zona. Él afirmó que aún trabaja en la calle porque el Municipio de Guayaquil no le da permiso de funcionamiento para abrir un local.  “Ya estamos hablando con el dueño de un terreno para que arriende el espacio, pero no sirve de mucho porque a unos compañeros les negaron la autorización en la Alcaldía”, se quejó.

Desde que el Cabildo porteño comenzó a sancionar a los que usan la avenida para laborar (en enero de este año), varios ejercen el trabajo en terrenos privados.

Ericka Domenech es una de las trabajadoras que pudo encontrar un lote para ejercer el oficio. Allí paga la energía y el agua potable que usa. Cancela $ 150 por todas esas facilidades. Pero se queja de la disminución de clientes.

Según ella, el problema se debe a que aún hay quienes prestan el servicio en la calle. “Esperemos que todos los compañeros consigan un local”, explicó Domenech, quien cobra entre $ 2 y $ 3 por cada automotor.

Xavier Narváez, director de Justicia y Vigilancia del Municipio, ratificó públicamente el fin del plazo.

El funcionario informó en una estación televisiva que se sancionarán a los usuarios y dueños de los negocios informales. “A los trabajadores se les incautan las aspiradoras y los baldes”, manifestó.

Asimismo, se toma el número de placa del vehículo para que, por medio de la Comisaría Municipal, se cobre una multa al conductor. Aquello sería el 50% del salario mínimo ($ 177).

En la ciudadela Martha de Roldós también se observó menor cantidad de informales.

José Chancay, uno de los trabajadores, expresó que en la zona no hay locales disponibles. Por esa razón, exhortó al alcalde que considere otras alternativas. “En nuestro caso dejamos todo limpio y no molestamos a los vecinos”.

En la calle Cuenca, centro del puerto principal, ayer la presencia de limpiadores fue casi nula. Los pocos que hubo comentaron que se debe al temor de ser multados.

El Ayuntamiento indicó que se fundamenta en el art. 425 del Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización (Cootad). En esa disposición reza: “Es obligación de los gobiernos autónomos velar por la conservación de los bienes de propiedad de cada gobierno y por su más provechosa aplicación a los objetos a que están destinados, ajustándose a las disposiciones de este Código”. (I)