Los jóvenes saben poco sobre el preservativo femenino

En 1992, Harold Lessel presentó en Estados Unidos e Inglaterra el primer condón femenino. En Ecuador, desde 2011 el Ministerio de Salud entrega gratuitamente este producto en los diferentes centros de salud e incluso existen dispensadores. Sin embargo, su uso aún es rechazado por muchas mujeres.

El preservativo  femenino es una funda hecha de poliuretano, nitrilo o látex, transparente, con dos anillos flexibles, uno en cada extremo. Especialistas aseguran que este método anticonceptivo protege mucho más que el preservativo masculino, ya que cubre no solo la parte interna de la vagina, sino también la parte externa.

La ginecóloga y obstetra Fátima Viteri lo corrobora: “Además de proteger el orificio cervical para que los espermatozoides no tengan paso, también  cubre una gran parte de la vulva de la mujer, eso evita enfermedades de transmisión cutánea, como la sífilis, y de transmisión sexual, como el herpes y la gonorrea. Por ello protege más, especialmente a la mujer”.

Su uso se asocia con la independencia de la mujer y su autonomía  de protegerse. Pero a pesar de los múltiples beneficios, aún es desconocido por muchos.

Viteri aseguró que la falta de información genera que sea poco conocido. “Las mujeres no lo usan porque no saben cómo emplearlo. Para que se lo conozca se requiere  aprender de salud sexual y reproductiva”.

Según un estudio realizado por la Universidad Técnica de Ambato en 2014. El 50,9% de las mujeres utilizan tabletas anticonceptivas, el 19% recurre a las inyecciones, 10,7%, al condón masculino; el 6,2%, a métodos naturales; y apenas el 0,1% usa el condón femenino.

Según el diario de España 20Minutos Hace apenas 2 años los condones femeninos distribuidos a nivel global representan el 1,6 %.

El sociólogo Iván Laspina mencionó que entre los factores más importantes para que se dé este rechazo por parte de las mujeres es el nivel de educación, así como también sus creencias religiosas. (I)