Los estudiantes de planteles fiscales y particulares, en el primer día de clases, pagaron el pasaje completo ($ 0,25) para poder subir a las unidades del sistema de transporte Metrovía.

Los niños y jóvenes que no contaban con la tarjeta personalizada del sistema de transporte -que les permite acceder al pasaje diferenciado ($ 0,12)-, además, encontraron dificultades para ingresar a los paraderos de la Troncal Metroexpress.

Por ejemplo, los hermanos Mayron y Joster Lema, estudiantes del colegio Aguirre Abad, no conocían que en el lado norte del paradero Mall del Sur solo se puede ingresar con la tarjeta.

Los menores, que cursan el primero y segundo año de bachillerato, utilizaron uno de los dispensadores automáticos que vende estos objetos a $ 0,50. Pero como no tenían dinero tuvieron que pedirle a un desconocido, $1, pues solo tenían el valor necesario para el pasaje.

Para Mayron, faltó información de los cambios en los paraderos. Sugirió, además, la implementación de una campaña en los medios de comunicación. “Por lo demás, ya estamos acostumbrados a pagar pasaje completo”, criticó.

En la ruta de Metroquil, Byron Ordóñez, habitante de la Cdla. 9 de Octubre, manifestó su molestia por no poder acceder al pasaje diferenciado para su hija Maritza, estudiante del colegio Guayaquil. El ciudadano consultó con el encargado de la taquilla del paradero 9 de Octubre si podía pagar solo $ 0,12 por el ingreso de su hija, pero le informó que no era posible si la joven no contaba con la tarjeta.

Para Ordóñez, deberían existir más lugares de venta para el documento personalizado, ya que solo se lo puede conseguir en 5 puntos del sistema.

Mientras que en la ruta de Metrobastión, Fernanda Gallegos, estudiante del colegio Vicente Rocafuerte, sugirió que el costo del ingreso, con o sin el documento entregado por la Metrovía, debe ser de $ 0,12.

Ella comentó que hace pocas semanas, el lector magnético del paradero calle Esmeraldas se descompuso y los pasajeros debieron cancelar en la taquilla. “¿Y si no tenemos, qué hacemos?”.

Por su parte, la Fundación Metrovía explicó que no se contempla la colocación de dispensadores en los paraderos para emitir tarjetas a los alumnos.

Federico Von Buchwald, gerente de la entidad, indicó que el servicio es personalizado y que en los documentos, incluso, va la foto del beneficiario. “De otra forma, se presta para que otros saquen provecho de lo que no les corresponde”.

Los estudiantes que adquirieron su documento el año pasado podrán volverlo a utilizar en el presente período lectivo.

Por otra parte, la Fundación Metrovía, a través de la empresa Transvía (que controla las taquillas y frecuencia de las unidades), inició una campaña de visita a los planteles para ampliar la cobertura de los menores de edad con la tarjeta diferenciada.

Von Buchwald afirmó que brigadas de la entidad llegan hasta los establecimientos educativos con dispositivos que permiten fotografiar a los alumnos y emitir el documento. “Es totalmente gratuito, así como en todos los puntos de venta del sistema”.

Otros colegios como Vicente Rocafuerte, 28 de Mayo y Simón Bolívar también recibieron la invitación de la fundación para que se sumen a la campaña, pero aún no han respondido. Los planteles que requieran el servicio deben escribir a [email protected].

Mientras que las personas que deseen acceder a la tarjeta en las troncales deben presentar un documento que certifique que son estudiantes (copia de la matrícula, carné estudiantil o cédula).

Datos

Las tarjetas electromagnéticas para cancelar el pasaje de la Metrovía circulan desde septiembre de 2006, cerca de 2 meses después de que comenzara a funcionar la Troncal 1, del consorcio Metroquil.

Inicialmente se distribuyeron 100 mil tarjetas en las que se invirtieron $ 500 mil. Se levantaron datos de planteles para establecer el número de estudiantes beneficiarios.

En junio de 2010, la Fundación Metrovía inició la entrega de 32 mil carnés estudiantiles para alumnos de planteles fiscales y fiscomisionales.