Los clavadistas desafían la altura
En el segundo puente de la Perimetral, con dirección norte-sur, se ubican los fines de semana al menos 5 jóvenes que ejecutan piruetas en el aire. Su misión es lanzarse de las barandas del puente al estero.
La acción genera el asombro de los conductores y transeúntes.
Sergio Bermeo, de 18 años y residente en el Batallón del Suburbio, ha dedicado 6 años de su vida a esta actividad que lo relaja.
Es algo peligroso ya sea porque el agua está muy abajo o por los desperdicios que suele tener el estero, aunque reconoce que en los últimos 5 años el lugar permanece más limpio.
Aunque lanzarse al estero es algo habitual, hacerlo tiene sus riesgos, dice Antonio Chilán, de 19 años.
“Una vez me corté la pierna. No fue nada grave pero jamás dije en mi casa que fue aquí porque si lo hacía ya no me dejaban venir, reconoce Chilán.
Luis Romero, de 20 años, asegura que hay varios grupos de jóvenes y niños que se lanzan desde el puente.
“Existe una competencia sana, porque todos desean hacer grandes exhibiciones. Aunque el estero ahora está más limpio que antes como regla general los clavadistas previo a lanzarnos revisamos que no haya basura cerca.
Martha Quijije, madre de uno de los clavadistas, dice que no le prohíbe a su hijo realizar esta actividad porque la considera sana.
“Los fines de semana los chicos se divierten de esa manera. No le hacen daño a nadie y están lejos del mundo de las drogas. Además hacen deporte. Por lo regular van al puente después de jugar un partido de indor en el barrio. Es una forma de divertirse y de darse un baño entre amigos”. (I)
