Los propietarios de vehículos están preocupados por los valores que cancelarán cuando el Municipio de Guayaquil asuma las competencias de matriculación y revisión. Por esa razón, muchos se apresuran a realizar el trámite mientras está el servicio a cargo de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE).

Actualmente, la tasa que la CTE cobra por la matriculación bajó de $ 48 a $ 36, entre 2013 y 2014, lo que significa una reducción del 25%, explicó Mariuxi Guizado, directora de Títulos Habilitantes (e) de la entidad. La rebaja rige desde enero de este año con el reciente plan de tarifas por servicios que estableció la Agencia Nacional de Tránsito (ANT).

En cambio, el valor del servicio, anunciado por el Cabildo a inicios de este año, será de $ 22,29 semestrales para los buses y $ 25,03 anuales para livianos particulares.

Pero los conductores que se acercan al área de matriculación de la CTE, ubicada en el norte, piden que se mantengan los beneficios cuando la Empresa Municipal de Tránsito asuma la competencia.

Para el chofer Patricio Quiñónez, el problema no serán los costos de matriculación y revisión, sino la inversión que se hará para cumplir las nuevas exigencias municipales.

Siete exámenes se deberán aprobar: revisión de gases y ruido, revisión de luces, inspección visual, calibración y ajustes (que involucra ejes, tren delantero y frenos), revisión de alineación (ruedas), revisión de suspensión (amortiguadores) y revisión de frenos. “Tan solo un foco puede valer hasta $ 25”.

Los talleres que están en capacidad de corregir las fallas detectadas por la concesionaria SGS (empresa contratada por la Alcaldía para administrar el servicio) calculan que los gastos llegan a $ 1.000.

La CTE, actualmente, se limita a la revisión visual de los automotores. La actividad es desarrollada en un espacio reducido, debido a que más de la mitad del área original para la matriculación está ocupada por las 16 líneas de inspección instaladas por el Municipio.

Para Ignacio Buste, jefe de taller de Induwagen, las nuevas estipulaciones del Cabildo porteño son más minuciosas que las efectuadas por la Comisión de Tránsito, de allí que los automotores más antiguos tendrían dificultades para aprobar la revisión.

En el trámite de la matriculación se contempla el impuesto ambiental progresivo a la contaminación vehicular, el impuesto al rodaje, tasa de la Dirección Nacional de Tránsito, impuesto fiscal, entre otros.