Las ramas de los árboles causan cortocircuitos
Los cables son una amenaza al sur de la ciudad
El problema que generan no solo está relacionado con la estética ni el malestar de quienes habitan en el sector, sino que se enmarca en el peligro que representan.
En la avenida Domingo Comín, a la altura de la parada Pradera 2 de la Metrovía, existen muchos cables colgados y otros que yacen en el piso, lo que genera peligro para los transeúntes, en especial para los niños y adolescentes que juegan por las tardes en el sector.
Claudia Rendón, de 56 años de edad y quien habita en La Pradera 2, cree que personal de la empresa eléctrica debe hacer constantes inspecciones por el lugar. “Creo que no saben de la dimensión del problema. Aunque no se ha comprobado, algún cable puede tener electricidad y causar graves daños”.
Aseguró además que estamos próximos a entrar a la etapa invernal y que deben hacerse los arreglos necesarios porque con la lluvia los riesgos aumentan.
Víctor Burgos, de 44 años, trabaja como cerrajero desde hace 4 en el sector. Cuenta que la Municipalidad debe controlar el crecimiento de los árboles en el sector.
“Existen muchas ramas que con el viento arrancan los cables y eso genera cortocircuitos. Un cable en el piso que parece inofensivo podría provocar la muerte de una persona. En mi caso pierdo clientes porque tienen miedo de electrocutarse, en el peor de los casos, o enredarse en los cables y caer.
Yolanda Montesdeoca, de 29 años, tiene un Salón de Belleza en la Pradera 2. Para ella el número de cables que existen en el sitio no solo genera malestar sino también peligro. “Presencié que una mujer de aproximadamente 60 años de edad se enredó en los cables y cayó cuando regresaba del mercado. Creo que las autoridades de la empresa eléctrica y de la municipalidad deben controlar este problema”, dijo.