Los altibajos en los precios afectan a los recicladores
En Ecuador 1,8 millones de hogares clasifican sus residuos, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). Además en Guayaquil el 47,24% de las familias reciclan los materiales que más se reutilizan en el país como el papel y cartón con un 24,53%. Los plásticos en 34,08% mientras que el vidrio tiene un 15,10%.
Estas cifras las desconoce Julián Godoy, quien por más de un año —junto a un vecino— se ha dedicado a reciclar en Sauces 3 y las distintas zonas del norte de la ciudad.
El hombre, de 49 años, cuenta que ha tenido en la última semana un golpe de suerte. Una escuela privada cerca del sector de la Florida está en remodelación y los desperdicios se los regalaron.
“Me emocioné al enterarme de que había aluminio y cargué casi 40 libras pero el mismo día me decepcioné cuando me pagaron por cada libra $ 0,50, con esto gané $ 20”.
Godoy menciona que los mejores días para reciclar entre la basura son los fines de semana, en especial en horario nocturno.
Esta opinión la comparte el manabita Carlos Gómez, quien dice que las empresas dedicadas a la compra de reciclajes nunca tienen los mismos valores para cancelar. Esto implica más tiempo de trabajo o ir hasta otras zonas de Guayaquil.
Gómez comenta que los lunes visita 2 o 3 centros de acopio para preguntar por sus valores y así evitar perder lo ganado en sus recorridos que en una buena jornada representan ingresos de hasta $ 80 semanales.
“No todas las semanas vendo lo mismo. Hay días en que tengo cartones; otros, botellas plásticas y en raras ocasiones llevo aluminio o cobre, materiales complicados de adquirir en la calle”, dice.
Los centros de acopio dedicados a la compra y venta de elementos reciclados manejan tablas de valores que están sujetas a cambios debido a la demanda de los mercados nacionales e internacionales.
La chatarra electrónica, que se exporta desde Ecuador hacia Japón, es por la que menos se paga a un reciclador. El valor referencial por un kilo de partes de un CPU o servidores es de $ 0,06 mientras que por impresoras, fax y fotocopiadoras se cancela $ 0,01 por kilo.
Un producto que es reutilizado dentro del país es el aluminio, por este material a los recicladores se les paga hasta $ 0,50 centavos cada libra puesta en el local que compra.
Otro elemento en esta línea (reutilizable) es el papel periódico por el que se paga $ 0,02 el kilo, el mismo precio tiene el vidrio. Unas 25 botellas plásticas —dependiendo del tamaño o espesor— pueden equivaler a un kilo lo que representa entre $ 0,40 o $ 0,50. Materiales como papel, plásticos, cartones, guías telefónicas se calculan por kilos, y los materiales ferrosos, en libras.
Adicional a estas variaciones —de ganancias y pérdidas— los recolectores deben lidiar con los habitantes de las ciudadelas o barrios que reclaman cuando rompen las fundas o se llevan los recipientes plásticos dónde se reúnen los desechos.
Roberto Sincaiza no entiende estos reproches y asegura que el problema se puede solucionar si desde las casas se clasificara la basura.
“Ciertos días voy por el centro de Guayaquil y si veo una funda la reviso para esto debo romperla antes de que pase el recolector. Así voy hasta llegar a mi casa en la isla Trinitaria”, dice el hombre de 63 años.
Es así como a estas personas se les puede aplicar la frase: “Vale su peso en oro”, tras las largas jornadas que realizan hombres y mujeres para que la basura de otros se transforme en su subsistencia. (I)
