Un adulto y una niña, de aproximadamente 5 años de edad que circulaban en una moto experimentaron una de las situaciones más riesgosas de su vida.     

En el kilómetro 3 de la vía Carlos Julio Arosemena, a las 13:00, en un intento por ver hacia atrás, el conductor perdió el control del timón y chocó contra la vereda. El resultado: carros que frenaban a raya y el conductor y la niña tirados sobre la calzada. Pasaron alrededor de 15 segundos para que el hombre, golpeado en las piernas, se levantara y  ayudara a la menor.

Al sacarle el casco, solamente comprobó que la niña lloraba desconsolada. Y desde la ventana de otro carro solo se observaba que la infante le indicaba que le dolían las rodillas.

Días después, en el kilómetro 1,5 de la misma vía y también en la tarde, otro conductor  se estrelló contra la vereda mientras manejaba bajo la lluvia. El motociclista, que mantuvo el equilibrio, salió ileso.

Aquellos solo son dos casos de accidentes en los que están involucrados este tipo de automotores. Pero según las estadísticas de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE) este tipo de percances aumentó en la provincia, entre 2011 y 2012, en casi un 30% (en 2011 hubo 1.703 y en 2012 se reportaron 2.333).    

Precisamente, en Guayaquil una de las tragedias que más impactó el año pasado fue la muerte de la pasajera de una moto que resultó arrollada por la Metrovía en las calles Domingo Comín y Chambers. La mujer, de 18 años, falleció al instante. Según las versiones de los testigos, aquello se originó porque el vehículo liviano invadió el carril del transporte municipal.   

Las muertes por estos casos también tuvieron un repunte entre 2011 y 2012. En el primer año fallecieron 93 personas y en el segundo 123. Asimismo, mientras que  en 2011 hubo 813 heridos, en 2012 hubo 1.143.

De acuerdo con la entidad, las infracciones que están relacionadas con algunos de los accidentes -y que más se cometen- son el irrespeto a las señales de tránsito, no manejar por la derecha en las vías de doble sentido, rebasar en sitios peligrosos, invasión de carril exclusivo de transporte público, ir en contravía, no mantener una distancia prudente,  manejar y usar el celular al mismo tiempo y cambio brusco de carril.

Equipo adecuado

Una de las infracciones habituales que se repiten en la ciudad -pudo constatar este diario- es la existencia de conductores que no emplean cascos.

Esto a pesar de que la Ley de Tránsito obliga a los choferes a llevar correctamente sujetos a su cabeza y en todo momento el casco de seguridad homologado; y chalecos o chaquetas con cintas retrorreflectivas de identificación.

También, el ente de tránsito exige  abstenerse de subir al vehículo cuando ya ha sido ocupado el espacio para el pasajero; y ubicarse detrás del conductor, y en ningún momento entre el conductor y el manubrio. “En caso de no cumplir estas obligaciones el vehículo será retenido”.

Otra de las prácticas que se observan en las calles de mayor tránsito y congestión, como la 9 de Octubre y la Av. Quito, es el zigzagueo de las motos entre los carros detenidos por los semáforos y los que están en movimiento.

Es el caso de Jaime Gómez, quien conduce una motocicleta desde hace cuatro años. Él confiesa que optó por este tipo de modalidad de transporte debido a que representa mayores facilidades para circular durante los congestionamientos.    

Así, puede ir en medio de carros o trepar momentáneamente las aceras. “Sin embargo toca de todas maneras cuidarse bastante mientras manejamos, porque quienes manejan otros vehículos abusan, nos cierran el paso y hay que frenar a raya”.

Al respecto, la entidad de tránsito aclara que, de acuerdo con el artículo 195 de la Ley de Tránsito, para rebasar o adelantar a otros vehículos se lo hará siempre por la izquierda y en ningún caso o circunstancia por la derecha, salvo en los casos siguientes: en vías de dos o más carriles de circulación en el mismo sentido, siempre que la señalética lo permita; y, para evitar una desgracia o accidente inminente.

Aumento de motos
   
Las cifras provinciales de usuarios de motos indican que el parque automotor de estos vehículos livianos aumentó entre 2011 y 2012.

En el primer año había en la ciudad 76.708 motos matriculadas, mientras que el año pasado la cifra fue de 78.290. Sin embargo, aún se observa por el cantón a choferes que manejan automotores sin placas.

Sobre ese tema, la CTE indica que esa es una contravención que se sanciona. Entre las causas por las cuales aún se ve aquello están: el descuido en el retiro de las identificaciones, pérdida de la placa, y personas que no quieren que los radares las identifiquen.