El personaje
"Llegué al negocio por accidente y me he quedado 72 años"
Todos sus clientes lo conocen simplemente como ‘Ochipinti’, pero su nombre de pila es Jorge Briones Monserrate.
Tiene 82 años y su principal fuente de ingreso, desde hace 72, es la venta de cangrejos.
Recuerda, como si fuera ayer, a aquel niño de 10 años que salía cada mañana cargando en sus manos manchadas de betún un cajón de madera con el que recorría las calles de la urbe.
En una de esas salidas, mientras caminaba por el centro de la ciudad, una señora que cargaba una charola con cangrejos cocinados se detuvo ante él y le regaló uno. El suceso cambió su vida, ya que ella le aconsejó que aprendiera del negocio.
Compró un atado y lo llevó a su mamá para que se lo cocinara. Antes del mediodía los vendió todos. Al día siguiente compró 2 atados. “Una noche decidí vender cangrejos. Puse una mesa fuera de mi casa en Tulcán y Ayacucho y al sonido de las guitarras se acercó mi amigo Alberto Cornejo, quien era futbolista del Everest. Dos músicos y Julio Jaramillo”.
Durante la velada, el cantante armonizó la noche y Cornejo lo bautizó con el sobrenombre de ‘Ochipinti” por su parecido físico con el exjugador paraguayo de Barcelona, Glubis Ochipinti.
Aunque su local principal está en Los Ríos entre Pedro Pablo Gómez y Ayacucho, tiene sucursales en Sauces 8 y 6.
Margarita Bailón, una de sus clientas, dice que come en el lugar desde hace 20 años. “La sazón y la atención son de primera”.
Jorge Vinueza, otro cliente, asegura que los viernes acude al cangrejal porque es un sitio histórico y ha marcado tendencia. (I)