Estudios de factibilidad estarían listos a mediados de año, según interagua
Las zanjas abiertas aún son un peligro para Nueva Prosperina
Los habitantes de Nueva Prosperina hace 20 años residen junto a una zanja natural (abierta), la cual se ha convertido en un peligro.
Solo en los 2 últimos años, 10 viviendas levantadas junto a la abertura -de 500 metros de extensión y 2 de profundidad- han colapsado por las lluvias. Además, con las precipitaciones el líquido estancado se desborda e inunda las casas aledañas.
Actualmente, la concesionaria de agua potable y alcantarillado Interagua realiza estudios de factibilidad para instalar una estructura que mejore el sistema de desfogue (canal abierto, ductos o ducto cajón). El informe será entregado al Municipio para que ejecute la obra.
El terreno del sitio de desfogue es arcilloso y con la humedad se torna inestable. La maleza y la basura se acumulan en los bordes. El agua que circula por el lugar llega desde las zonas elevadas, como Guerreros del Fortín.
Los moradores consultados aseguran que hace 3 años los funcionarios del Cabildo que recorrieron el lugar, en época electoral, “prometieron un canal aunque no se sabe por dónde irá”, afirma Lorenza Ramírez, habitante del bloque 1.
La solución para evitar que el agua ingrese a las viviendas sería un ducto cajón. Las casas que están al pie de la zanja natural son las propiedades más afectadas con las precipitaciones.
En la tormenta que cayó el pasado 7 de mayo, incluso, el agua sobrepasó el límite de la zanja en cerca de un metro.
Ingenieros civiles con experiencia en la construcción de canales coinciden en que una opción adecuada es la construcción de un canal abierto.
El ingeniero Abel Hidalgo, quien ha colaborado con contratistas de Interagua, explica que el tramo irregular del canal natural obligaría a redireccionar el sitio de desfogue de las aguas. La cercanía al cerro de Nueva Prosperina -explica- no permitiría la instalación de un ducto cajón porque la tierra que baja del sector por las lluvias dificultaría la tarea de limpieza y mantenimiento.
En este sentido, Carlos Vera, quien ha colaborado en obras de canales de la desaparecida Cedege, manifiesta que la construcción y mantenimiento en una zona cercana a cerros “demandaría una mayor inversión que un canal abierto”.
Vera comenta que un canal abierto demanda un mantenimiento regular para evitar que haya basura y maleza que obstruyan la circulación del agua.
Por su parte, Interagua desarrolla estudios de factibilidad para mejorar el caudal de la zanja. Ilfn Florsheim, vocera de la entidad, indica que el informe, posiblemente, estaría listo a mediados de año.
Por el momento no adelantó detalles sobre la conveniencia de instalar un ducto cajón y que, al menos de parte de la concesionaria, “no se ha ofrecido alguna obra en Nueva Prosperina”.
No descartó que las obras impliquen la reubicación de las casas cercanas al canal, pero “aquello no es competencia nuestra”.
En los inviernos de los 2 últimos años, la fuerza de la corriente debilitó las bases de las casas o provocó deslaves. Las propiedades afectadas estaban ubicadas al pie de la zanja y de cerros.
En mayo pasado, el alcalde Jaime Nebot sostuvo que al menos 6 de las estructuras que cayeron en la urbe no estaban legalizadas. “Nosotros no legalizamos terrenos en situación de riesgo”, apostilló el burgomaestre.
Mientras que, moradores del sector solicitan obras complementarias, como pavimentación y alcantarillado sanitario.
DATOS
En 2008, el Municipio de Guayaquil inició la entrega de 1.500 certificaciones para legalizar tierras en los bloques 1, 3 y 5 de Nueva Prosperina.
A principios de 2013, el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi) notificó que había nuevas invasiones en el cerro de Nueva Prosperina y comenzó un plan de reubicación.
En abril de este año, la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR) concluyó un informe en el que recomendó al Cabildo porteño la reubicación de viviendas en peligro de caer en cerros y cerca de canales de Nueva Prosperina.