Las prótesis que cambian vidas

La Junta de Beneficencia de Guayaquil, entre sus planes para las personas de escasos recursos económicos, tiene uno que permite ayudar a las personas que requieren una prótesis de mano.

Sus creadores son Ernie Meadows y su esposa Marj, quienes  decidieron  ayudar luego de que perdieran a su hija en un accidente automovilístico. De ahí que la fundación lleva el nombre de su hija, “The Ellen Meadows Prothestic Hand Foundation”. Esta agrupación trabaja en conjunto con los clubes rotarios de California. Ellos se encargan de facilitar a las personas o fundaciones las prótesis. Toda la ayuda es sin fines de lucro.

En la actualidad se entregan las prótesis en países como Colombia y Ecuador.   

Magry Ordóñez, quien es parte de  la Junta de Beneficencia, coloca las prótesis a las personas que cumplen con los requisitos, como tener un muñón de al menos 12 cm, contando desde el codo hacia abajo. La prótesis puede ser usada en niños (a partir de los tres años), jóvenes y adultos. Se puede cargar hasta 10 libras y es resistente al agua, pero no al fuego. “Estas no son prótesis como las antiguas. Las modernas permiten realizar  funciones diarias como escribir, cepillarse los dientes, atarse los cordones de los zapatos, conducir. “Cada día el beneficiado se irá dando cuenta de las funciones que puede realizar”, indica Magry.   

Quienes requieran ser parte de este programa pueden acercarse a las oficinas de la Junta de Beneficencia, en donde se le brindará asesoría para poder optar por una prótesis. Los beneficiados aseguran que con ellas pueden llevar una vida casi normal. (I)