Las torres  del proyecto Ciudad del Río y edificios del centro de la urbe restan protagonismo visual, en forma progresiva, al barrio Las Peñas, lugar donde hace siglos nació la urbe porteña, según los habitantes del lugar.

Actualmente, según los moradores  y otros conocedores del sector, Las Peñas es reconocida más por su tradición que por el interés que despierta a quienes tienen la oportunidad de visitar el malecón Simón Bolívar.

Para Ruperto Mendoza, de 80 años, “un guayaquileño que no sepa dónde nació la ciudad debe regresar a la escuela”.
El adulto mayor vivió antes en el cerro de El Carmen y desde hace casi dos décadas  vive casi al pie del Santa Ana, a pocos metros de la calle Numa Pompilio Llona, la tradicional -y única- calle de Las Peñas.

Mendoza ha sido testigo de la evolución del lugar, especialmente desde que comenzó la intervención municipal dentro del proyecto de regeneración urbana.

La construcción de un proyecto urbanístico, a cargo del grupo Nobis, a espaldas del barrio más antiguo de la ciudad es algo, a parecer de Mendoza, que “termina por borrarnos de las postales”.

La imagen a la que se refiere el ciudadano es la que da la bienvenida a los visitantes que llegan desde el norte del río Guayas o el complejo vial de la Unidad Nacional.

Hace unos años, el cerro Santa Ana y Las Peñas eran los primeros elementos que se divisaban a larga y media  distancia, respectivamente.

Actualmente, uno de los edificios del proyecto Ciudad del Río, impulsado por Nobis, es el protagonista  de la postal de bienvenida.

La Numa Pompilio Llona, que distingue a Las Peñas, está habitada, en su mayoría, por personas vinculadas a las distintas manifestaciones del arte que aprueban los proyectos urbanísticos que se desarrollan en la ribera del Guayas.
Mientras que varios de sus vecinos del cerro Santa Ana, especialmente en lado norte, se sienten poco beneficiados de estas construcciones.

Mario Salazar, desde cuya casa se puede contemplar la Numa Pompilio Llona, aseguró que nadie les ha consultado en cuanto a obras anexas al sector.

“Se entiende que la regeneración urbana es un beneficio... y si existe alguno con estos edificios (Ciudad del Río) no estamos enterados de nada”, afirmó Salazar.

Además del proyecto de Nobis, también se levantó el plan municipal del puerto Santa Ana.

La propuesta mobiliaria municipal se inauguró, en una primera etapa, en abril de 2006 con una inversión de $15 millones para construir cinco edificios residenciales, oficinas, restaurantes, museos y comercios. La tercera y última etapa del proyecto concluyó en 2011.

Mientras que el Grupo Nobis, a través de Pronobis, por su parte, adquirió en 2008 un área de 26 mil metros cuadrados al Municipio, mediante subasta, por un valor aproximado de $ 12 millones. 

El proyecto Ciudad del Río, según la agenda planteada por el Grupo Nobis, estaría concluido en los próximos tres años y tendrá una docena de edificaciones, en las que se prevé implementar, entre otras cosas, un hotel cinco estrellas y una torre que simulará un faro. 

Precisamente este último elemento es el que se puede observar con facilidad desde la lejanía y llama la atención debido a su diseño.

El historiador Ángel Emilio Hidalgo considera que la vigencia histórica de Las Peñas no se perderá frente al desarrollo urbanístico del sector.
No obstante, sugiere que tanto el Municipio como el Estado deben impulsar un proyecto de rescate histórico del lugar en donde los protagonistas sean sus habitantes.

“La historia de Las Peñas es algo que se consigue en los libros, pero un mayor realce sería conocer la parte humana del lugar donde comenzó el desarrollo urbano de la ciudad”, manifestó Hidalgo. 

Este diario intentó contactar a alguien del Grupo Nobis o el Municipio para conocer sobre la existencia de proyectos que realcen el protagonismo visual de Las Peñas, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.