Equipada con guantes, palas y saquillos, Marcia Maldonado, junto con su esposo y tres hijos recolectaban la basura, los materiales de construcción abandonados y las ramas caídas de los árboles de la cooperativa Velasco Ibarra, ubicada en el Guasmo sur de la ciudad.

“Es importante que todos colaboremos en el aseo de nuestras calles y procuremos limpiar a diario el gran brazo de mar que tenemos. La contaminación solo produce enfermedades”, expresó la ama de casa.

A Maldonado también se unieron niños, jóvenes y adultos del sector, quienes con la colaboración de alumnos del colegio Otto Arosemena Gómez y 215 voluntarios de la Agrupación Estudiantil Medio Ambiente Sustentable “Por la Recuperación del Ramal del Estero Salado, lograron reducir la contaminación que hay en el área y en zonas colindantes, como Cristo del Consuelo, Cisne 2, Portete y la 34, Puente de la A, Perimetral y la Playita del Guasmo.

La iniciativa ambiental, impulsada por los estudiantes del Tecnológico Espíritu Santo (TES), tiene como objetivo   mejorar la calidad de vida de los habitantes y fomentar una cultura de limpieza en los sectores intervenidos, señaló Xavier Salgado, director del proyecto.

Agregó que se han planteado mejorar las condiciones del brazo de mar en un plazo de tres años, pero su recuperación podría tardar más de diez.

Para cumplir con este propósito, Salgado indicó que capacitarán a las familias y acudirán a las escuelas de las zonas para concienciar a los pequeños sobre la situación.