Los viernes, aproximadamente a las 18:00, transitar por la avenida Carlos Julio Arosemena es para muchos conductores extremadamente tedioso. El flujo vehicular es lento por el desorden y la gran cantidad de automotores.

La opción para algunos choferes es invadir el carril de la Metrovía para acelerar y ganar tiempo, lo hacen pese al alto costo de la multa impuesta por la Agencia Municipal de Tránsito ($ 366, un salario mínimo). Aunque el inconveniente se controló la mayor parte del último año, se registró un repunte entre mayo y junio últimos.

Según datos proporcionados por la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM), desde agosto de 2015 hasta junio de 2016, 10.990 personas fueron sancionadas por invadir el carril de la Metrovía.

En abril pasado, solo se multó a 458 ciudadanos. Al siguiente mes, la cifra llegó a 1.439, es decir, tuvo un incremento de casi 400%. Mientras que en junio, fueron 1.286.

El problema se hace evidente para la gente que se dirige hacia la cdla. Bellavista, a la altura del km 1,5 de la av. Carlos Julio Arosemena. Pedro Yance, habitante del sector, comentó que casi lo atropellan al cruzar los carriles que conducen a la vía a Daule, en un momento en el que el tráfico estaba congestionado.

Hace unos días, trató de pasar entre los carros y observando que no se acercara un articulado de la Metrovía “no vi cuando uno de los carros invadió el carril, venía rápido y por poco me atropella”.

En la vía mencionada, la presencia de los agentes de la ATM es casi nula.

En un informe de 2015, la Fundación Metrovía admitió que casi el 50% de sus 92 km de ruta es susceptible de ser irrespetada, especialmente en los horarios de 06:00 a 08:00 y de 18:00 a 21:00.

Esto, pese a que en algunos puntos de la av. De las Américas, Carlos J. Arosemena y calle Pedro Carbo existe la señalética vertical y horizontal que determina las restricciones para el tránsito convencional.

Aunque la cifra de sancionados es elevada, no todas las multas  por invasión del carril o por bloqueo de intersecciones, se hacen efectivas, explicó Orlando Murillo, del Departamento de Comunicación de la ATM, a través de una carta.

La entidad cuenta con un Centro de Solución de Conflictos en el centro comercial Albán Borja donde los usuarios pueden, “en caso de duda, impugnar las multas”.
Sobre el porcentaje de impugnación, Murillo refirió que no es tan importante “en cuanto la atención que se ofrece y a la respuesta que se otorga”.

Sin especificar más cifras, citó que del total de impugnaciones que se presentan, alrededor del 30% tienen respuesta inmediata.

Por el momento, la ATM depende de 805 cámaras de vigilancia de la Corporación para la Seguridad Ciudadana de Guayaquil (CSCG) para controlar los puntos críticos de los 92 km de vía de la Metrovía.

En marzo pasado, la entidad municipal suscribió un contrato con la empresa colombiana Data Tools para implementar el sistema de notificación y administración de multas, el cual deberá estar listo en septiembre próximo.

En lo que respecta al bloqueo de intersecciones, durante el último año se emitieron 733 multas siendo octubre de 2015 el mes que más casos registró (438). (I)