Las mascotas sufren con el uso de explosivos en las fiestas

A pocos días de las festividades navideñas y de fin de año en algunas instituciones se prepara la despedida del 2014 con explosivos y juegos pirotécnico junto a la quema de los monigotes.

Y aunque el sonido de los explosivos se escucha en toda la ciudad, algunas personas no comparten esa forma de festejar.

El ruido provocado por los voladores, camaretas, silbadores y volcanes afecta a los animalitos de la casa. El sentido del oído de ellos es mucho más sensible que el de los humanos.

Ellos no están acostumbrados a ruidos tan fuertes como los que originan los juegos pirotécnicos. El ruido les genera taquicardia, aturdimiento y pérdida del control.

Un caso es el de la gata Samy, que todos los 31 de diciembre se esconde para refugiarse del ruido de los petardos.

Los animales sienten mucho temor con la pirotecnia. Los canes escuchan a muchos kilómetros de distancia, dice la veterinaria Shirley Herrera.

Para ella tanto los perros como los gatos son las mascotas con las que más conviven las personas y como miembros de la familia se les debe garantizar el bienestar y no exponerlas a nada.

“Es necesario que la ciudadanía se dé cuenta de que el uso de petardos no solo afecta a los animalitos sino también a las personas porque pueden resultar quemadas.