La preferencia ciudadana por las hamburguesas, salchipapas, pollo frito, entre otros alimentos excedidos en grasas saturadas es una costumbre que el Ministerio de Salud Pública (MSP) busca controlar a través de campañas sobre nutrición en  las distintas unidades del ramo.

Durante una feria desarrollada en el centro de salud Pablo Neruda, en el Guasmo Sur, niños y madres conocieron sobre las alternativas alimenticias que están al alcance de la canasta familiar.

La gestión se realizó como refuerzo de los  programas  Acción Nutrición y Desnutrición Cero, que impulsa el MSP.
Ernesto Romero, jefe del área de Salud 1, reconoció que el fácil acceso a malas alternativas de nutrición en las calles también induce a las personas a su consumo.

La inclinación a comer alimentos grasosos, según un estudio de la Universidad de California, es porque cada vez que se consumen estas comidas el intestino produce endocanabinoides, una sustancia similar a los compuestos que contiene la marihuana.

Los endocanabinoides son un grupo de moléculas grasas producidas por el propio organismo que están involucradas en varios procesos fisiológicos, incluido el apetito, la memoria y el estado de ánimo.
El alto consumo de grasas saturadas presente en alimentos de locales y puestos de comidas rápidas provocan un aumento de peso.

Según cifras del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), en Ecuador el 40% de hombres y el 50% de mujeres presentan exceso de peso. Mientras que el 14% de niños y niñas en edad escolar, al igual que el 21% de los adolescentes, también presentan este problema. 

“Una de las primeras justificaciones que escuchamos es que no hay recursos para acceder a comidas nutritivas”, dijo Romero.

Existen opciones como las frutas, “que nutren más que un pan con mantequilla o una salchipapa, y cuestan mucho menos”, manifestó Romero.

Varios estudiantes de escuelas que asistieron a la feria admitieron que poco saben sobre los buenos hábitos alimenticios y que, incluso, rechazan alternativas nutritivas como la granola.

Yoryi García, alumno  de la escuela Río Coca, comentó que uno de sus platos preferidos es el pollo a la brasa, que venden en un local cerca de su hogar.

En su casa, además, le gusta comer estofado de pollo. “En la escuela en cambio nos dan granola todos los días”, dijo García.

Aunque afirmó que le gustaba, otros compañeros manifestaron que no les sabe bien y que prefieren comprar galletas y bocaditos hechos a base maíz y papa.

El titular del Área de Salud 1 dijo que el programa Desnutrición Cero busca incentivar a las beneficiarias del Bono de Desarrollo Humano (BDH) a acceder a los controles prenatales y así disminuir las tasas de desnutrición y malnutrición.

La población directamente atendida se estima que serán 97.644 mujeres embarazadas, 122.151 madres lactantes  y 79.822 niños menores de un año, que viven en las 303 parroquias, de las cuales en Quito y Guayaquil  corresponderán aquellas madres beneficiadas por el BDH.

A la fecha se han inscrito 9.070 mujeres en todo el país. Para 2012 se ampliará progresivamente la cobertura al resto de provincias.

Para acceder a este incentivo en Guayaquil, se debe llamar al la línea gratuita 1800777777 o acercarse a la unidad de salud más cercana.