La universidad facilita herramientas tecnológicas para el aprendizaje
Las capacidades especiales no son impedimento en la UPS
Entre los apresurados pasos de los alumnos por ingresar a las aulas, el sonido de un bastón y una silla de ruedas se escucha entre los jóvenes estudiantes de la Universidad Politécnica Salesiana -campus Centenario- en el interior del edificio de la carrera de Comunicación Social.
Esta unidad académica cuenta con más de 500 alumnos. Ahí las instalaciones y la malla académica están adecuadas a la formación y comodidad de los jóvenes, eso incluye las reformas en las técnicas de enseñanza que se han implementado para recibir e incluir a estudiantes con discapacidades.
Cuando los sueños son más grandes que las limitaciones y las ganas de salir adelante prevalecen ante cualquier adversidad, se ven ejemplos de superación, como es el caso de Johan Rodríguez, estudiante de segundo semestre, quien tiene discapacidad visual, y Roberto Zambrano, estudiante de primer semestre, inválido debido a un accidente, por ello se moviliza en una silla de ruedas.
Un gran desafío
Katiuska Flores Peralta, directora de la carrera de Comunicación Social, asegura que se han dado cambios significativos y se continúan implementando nuevas herramientas para que el proceso de aprendizaje y comodidad de las instalaciones no sean impedimento para los futuros estudiantes con discapacidades.
Además, la carrera cuenta con el apoyo del grupo Ticad, a cargo de Alis Naranjo, quienes desarrollan medios inclusivos en la universidad para que estas personas tengan la oportunidad de aprovechar el material didáctico, pero adaptado a un software que automáticamente interactúa con el estudiante con discapacidad visual para estudiar sin ningún problema. Aquello constituye un gran avance que abre las puertas a quienes deseen superarse.
Además, se cuenta con ascensor, rampas y pasillos, que son de considerable ayuda para que Roberto pueda movilizarse dentro del campus. “Siempre encuentro una mano o un empujón extra, que me ayuda”, expresó Zambrano. Él al igual que Johan son estudiantes que piden ser tratados como cualquier otro. Al momento de exponer, de dar exámenes o alguna lección son personas abiertas a las críticas constructivas y a las correcciones, ya que están conscientes de que todo lo que se les indica es para incentivarlos a que se sigan esforzando.
“Queremos que nuestro deseo de salir adelante sea emulado por aquellas personas que por tener algún impedimento físico no se deciden a estudiar. La fuerza está en la mente, en el deseo de superación”.
Johan Rodríguez, estudiante con discapacidad visual, becado por la Senescyt, explica que utiliza una grabadora para guardar las clases, para registrar todo lo que considera relevante, además de una tablilla con el sistema braille y, por último, en su computadora portátil tiene instalado un programa llamado Jaws, que le permite escuchar las diapositivas y manejar su laptop con total normalidad.
“Quizás lo más complicado fue al principio, ya que no conocía nada de este lugar… pero lo más difícil ya pasó, ahora es tiempo de seguir. Yo no veo límites porque quiero salir adelante, tengo el deseo de hacer las cosas bien y nada me va a detener. Yo me superaré sin importar los obstáculos que puedan presentarse en el camino”.
Además, tiene una constante capacitación para emplear el AVAC, software de la institución para subir deberes, comentar foros, leer libros en línea e interactuar con los profesores. Posteriormente, la institución académica prevé habilitar el programa Jaws en todas las computadoras de la universidad para que el estudiante haga sus prácticas y se sienta más independiente.
Sus profesores indican que tener alumnos como ellos es un ejemplo de valentía. “Es todo un reto, pero nos motiva la mentalidad de superación”, manifestó Jorge Rodríguez, docente del establecimiento de educación superior, quien tuvo que preparar un esquema extra de enseñanza, con métodos distintos y especiales para que sus clases sean captadas por todos.
Además de las implementaciones técnicas, la Universidad Salesiana se encuentra en constante actualización y formación para que los docentes conozcan mejores herramientas y modelos de enseñanza.
“La universidad continúa evaluando y mejorando”, aseguró Rodríguez. Es necesario que las medidas de control en la enseñanza sean constantes, acompañadas de charlas y conferencias que permitan al docente entender y palpar más de cerca la realidad que afrontan estas personas, solo así se podrá dejar atrás prejuicios y el falso paradigma de que la educación es para unos cuantos, cuando la realidad es otra y la formación académica es un derecho para todas las personas.
Añadió que brindar espacios de aprendizaje a personas con capacidades especiales le permite a la universidad dotar de conocimientos a estos seres que saben explotar otras habilidades. “Lo estamos viendo. Los estudiantes están dando todo de sí y están alcanzando sus metas con esfuerzo”.
Es importante saber que tener a estudiantes como ellos esforzándose día a día en una universidad y en la vida cotidiana, invita a ser más sensibles, a confiar más en nuestras capacidades, a no ver límites y, sobre todo, a tener la certeza de que, si nos lo proponemos, no hay metas imposibles de alcanzar. (I)