En la actualidad las redes sociales no solamente sirven para compartir fotos o agregar amigos, sino que son usadas como herramienta para atraer clientes y llegar a más personas dentro de un mercado virtual que no tiene fronteras.

La necesidad de hacer negocios y de mejorar los ingresos ha generado que las redes sociales tengan un papel preponderante. Por lo tanto, el comercio de prendas de vestir está ganando nuevas plataformas, ahora no solo se ven extendidas en armadores o en los clásicos locales comerciales puestos en exhibición, sino que también se promocionan en Facebook o en las cuentas de Twitter.

Las ventas en Instagram son el nuevo portal para que los clientes puedan acceder rápidamente al catálogo completo de los artículos que se tiene a disposición.

Una de estas empresas que maneja de forma acertada el negocio es Mute, la nueva línea de camisas con un estilo completamente nuevo, utiliza colores fríos y calientes para lograr la combinación ideal con las formas y la simetría adecuadas.

Son elaboradas con telas de alta calidad y lo mejor: son hechas con conciencia, como lo indicó Andrés Hidalgo, propietario de Mute y creador de los diseños que se plasman en las camisas.

Cuenta que tenía la idea desde que tenía 17 años. “Ahora tengo 23 y lo veía como una idea fugaz o nada concreto, pero siempre me atrajo el arte, pintar y expresar a través de algo mi inconformidad con el mundo que me rodea”.

Su padre poseía una fábrica de ropa, así que este era el mundo en el que creció. Luego creó las camisas que recientemente presentó. “Me di cuenta de que se puede hacer grandes cosas sin tener un gran capital, puedes ofrecer buena calidad y un módico precio por algo hecho en tu propio país”.

Con esa base, Mute se desarrolló como un emprendimiento por redes sociales, en donde se utiliza Instagram como vitrina para que la gente vea la ropa  y se anime a comprar.

Hidalgo cuenta que  le gusta mucho la meditación y lleva un estilo de vida en donde se respeta y se  cuida el entorno. Cuando estaba buscando el nombre me di cuenta de que al silenciar los pensamientos te puedes conectar más a los sentidos internos.

Te liberas de barreras mentales y simplemente todo en Mute (silencio). “El proceso que uso no funciona de la noche a la mañana, sino que me inspiro en mis influencias, que pueden ser musicales, viajes, libros, experiencias personales y arrastra todo que he vivido. Lo importante son los detalles y que van más allá de un mundo plástico y estereotipado. Simplemente te dejas asombrar con las texturas y las formas que el mundo tiene”.

Hidalgo asegura que con sus productos está levantando un nuevo estilo que abarca una conciencia social, un ‘mutement’. “Yo pretendo concienciar a las personas con las diferentes problemáticas que vemos a diario y empezar a cambiar paradigmas que no ayudan al crecimiento de nuestro país. Por eso, más que una línea de ropa o un modelo, Mute pretende generar conciencia”.

De ahí que el lema de la marca es ‘Hechas con conciencia’. Una frase que nace de la necesidad de mostrarle al público que aquí en Ecuador se puede encontrar prendas de gran calidad sin tener que salir o traerlas del extranjero. Además, tratar de generar esa conciencia con el medio ambiente, así como demostrar que existe un trabajo arduo en todos quienes trabajaron para elaborar la prenda de vestir. “Con ello demostramos que todo lo que hacemos está lleno de empeño. Por eso quiero que la camisa no solo sea  un punto de atracción visual sino una experiencia al usarla, y qué mejor que utilizando el arte en los colores”.

Las redes son una catapulta

Para impulsar este negocio no se ha recurrido a los medios tradicionales para hacer publicidad. Para Hidalgo ha sido de gran utilidad utilizar las redes sociales. El primer punto de ventaja es no requerir un gran capital para invertir en un almacén de venta en un local en un centro comercial. La idea es más sencilla, reconoce Hidalgo. “Nos conectamos con nuestros clientes por la red. El Instagram reemplaza a la gran tienda de ropa y a través de las redes nos conectamos con los clientes”.

Ellos hacen su pedido, indican la talla y la camisa de su elección, luego se realiza el depósito y por último la camisa se la envía a domicilio o a cualquier parte del país.

Este mecanismo es nuevo en nuestro país, quizás unos 3 o 4 años. Con el tiempo la gente se familiariza con esto. En primera instancia existe el temor de que el producto no llegue o algo parecido. Sin embargo, el éxito que tenemos es gracias al compromiso y atención  que brindamos con nuestras camisas a sus futuros dueños. Nuestro servicio es rápido. (I)