La vanidad se disfraza de crisis

Se escuchan rumores sobre la desaceleración económica en Ecuador y los malestares que eso produce en los ciudadanos. Se asegura que la pobreza es cada vez más obvia. Sin embargo, ¿qué tan acertadas son estas declaraciones?

Basta con caminar en las calles de las principales ciudades del país para observar a las personas que independientemente del estatus económico al que pertenezca, tienen celulares costosos. Y qué decir de la exhibición de ropa y accesorios de marca. Eso es muy visible como para cuestionar qué realmente está afectando a la economía: ¿la crisis o los gastos excesivos para alimentar el ego?

Carolina Alvarado, ingeniera en gestión empresarial, indica que es importante realizar un balance financiero en el hogar que permita elaborar un presupuesto para evitar ruinas económicas y, además, fijar una cantidad mensual para el fondo de ahorro de emergencia que servirán para gastos inesperados. “Debemos priorizar los consumos de primera necesidad que son educación, alimentación, salud y vestimenta; sin embargo, no podemos restringir en su totalidad los gastos para entretenimiento”.

“Es aconsejable sustituir formas de recreación que requieran dinero, como cine o artefactos electrónicos, por ejercicio físico, actividades y paseos familiares gratuitos que, además de brindar distracción, incentivan la unión. Se puede disfrutar con poco”, indicó Alvarado.

Solo debemos recordar una de las frases de José Mujica, expresidente de Uruguay, quien expresó: “Pobres no son los que tienen poco, son los que quieren mucho. Yo no vivo con pobreza, vivo con austeridad, con renunciamiento. Preciso poco para vivir”. (I)