La terminal de gas licuado de petróleo (GLP) que se construye en El Chorrillo (parroquia Pascuales) está concluida en el 65% y las primeras operaciones están previstas para el primer semestre del próximo año. La estructura, que tendrá una capacidad de almacenamiento de 15.760 toneladas métricas (t), es una de las estructuras que forma parte del proyecto Monteverde-Pascuales que trasladará GLP desde Santa Elena hasta la urbe.

Entre otras características que poseerá la infraestructura habrá 16 tanques horizontales para GLP de 110 t y 3 esferas para una capacidad de 3.500 t. En la primera etapa -que se inaugurará en mayo de 2013- se envasarán y transportarán cilindros de gas que serán distribuidos en la zona sur del país. El resto de la obra para almacenamiento se terminaría en 2014.

Varias autoridades de Petroecuador organizaron ayer un recorrido para que los medios de comunicación conocieran  los detalles técnicos de la obra. Antes, a las 09:30, un grupo de personas intentó ingresar al sitio aprovechando la presencia de la prensa, pero no pudo hacerlo. 

Allí, los ciudadanos Daniel Díaz, Jaime Lucero y una madre de familia, quienes se identificaron como moradores de la vía a la Costa, argumentaron que pensaban que la convocatoria a El Chorrillo estaba abierta a la ciudadanía. No obstante, aquello fue negado por delegados de Petroecuador, quienes no explicaron quién habría filtrado la información a los ciudadanos, que reclamaron por la restricción.

Desde hace varias semanas, habitantes de urbanizaciones de la vía a la Costa y sectores populares del noroeste de la urbe realizan protestas porque el gasoducto, que se conectará en El Chorrillo, pasará cerca de sus hogares. El gasoducto tiene una extensión de 124 km, cuyo 15% (18,6 km) cruzará cerca de zonas pobladas.

Pese a esas percepciones de grupos de moradores, José Icaza, subsecretario de Desarrollo de Gas Natural y Derivados, del Ministerio de Recursos Naturales No Renovables, descartó que el ducto represente un riesgo para las urbanizaciones y sectores aledaños.

El funcionario puso como ejemplo del manejo cotidiano de combustibles al sistema de distribución por tubería que beneficia a 450 familias de Bajo Alto (El Oro) y los sistemas centralizados que existen en urbanizaciones y edificaciones de la ciudad. En el primer caso, las personas reciben gas natural a través de un ducto de 12 pulgadas de diámetro (el del proyecto Monteverde-Pascuales tiene 12,5).

Mientras que el segundo ejemplo que expuso Icaza fue el de un tanque estacionario de GLP (que tiene capacidades mínimas, entre 250 kg y 4.000 kg) que se instala dentro o cerca de viviendas. El funcionario acotó que en estas actividades, como en cualquier otra, siempre habrá un nivel de peligro. “Si no queremos tener riesgos, si no queremos que nos pase nada, no salgamos de la casa entonces, pero el punto no es ese, sino que este es un proyecto para el país con los más altos niveles de seguridad”, aseguró Icaza, refiriéndose a la iniciativa Monteverde-Pascuales.

Actualmente la empresa estatal opera y mantiene 3.484 km de ductos, entre oleoductos principales y secundarios, poliductos y gasoductos en todo el país. “Solo hemos tenido pequeños incidentes que fueron debidamente controlados y no afectaron la tranquilidad de nadie”.

Rommel Tapia, vocero de Petroecuador, manifestó que aún no se ha contemplado un cambio de ruta tal y como refirió hace pocos días el presidente Rafael Correa en caso de que el gasoducto represente un riesgo para la ciudadanía. “Por el momento no tenemos ninguna disposición respecto de ese tema”, afirmó Tapia, quien recordó que la ruta trazada es la original.

La planta de El Chorrillo reemplazará a la ubicada en El Salitral (que cuenta con 3.000 toneladas de capacidad) porque está cerca de zonas pobladas. Petroecuador estima que la planta que se construye al norte de la urbe no tendrá problemas por cercanías con zonas pobladas en, al menos, veinte años.