Los tiempos cambian y las herramientas tecnológicas orientadas a la comunicación evolucionan. El periodista está obligado a adaptarse a las nuevas tendencias con la responsabilidad de orientar, informar y difundir contenidos.

En varias ocasiones se ha puesto en debate si las nuevas herramientas motivan el facilismo del comunicador disminuyendo la calidad de su trabajo, con el riesgo de caer en una serie de faltas éticas.

La era digital brinda múltiples beneficios, y se le debe sacar el máximo provecho sin perder la credibilidad como profesionales de la comunicación. Diego Arcos, reconocido comentarista deportivo de radio y televisión, participa constantemente en conferencias y comparte sus conocimientos sobre las posibilidades que ofrece la tecnología.

En esta ocasión nos cuenta su experiencia sobre los cambios que ha presenciado en el ámbito periodístico debido a este fenómeno. Para él las nuevas herramientas deben estar al servicio del lector.

¿Cómo ve la calidad del periodismo actual en relación a épocas anteriores?

Ha mejorado porque hoy en día hay más exigencias académicas. Durante muchos años vivimos en una sociedad donde solo necesitabas una radio y tú cédula para ser periodista. No había mucha regulación, incluso existía mucha explotación por parte del dueño del medio porque sabía que le resultabas barato; con esto había mucha decadencia y el periodismo carecía de calidad. En los últimos años, afortunadamente, eso empezó a cambiar, se empezó a buscar mucha más preparación, aspectos académicos y la Ley de Comunicación también exige muchas cosas.

A propósito de lo que menciona, ¿qué le parece la actual Ley de Comunicación?

La Ley de Comunicación tiene aspectos bastante buenos y otros con los que no estoy de acuerdo; pero tenía que existir porque durante muchos años esto parecía el Viejo Oeste: tú decías, publicabas y redactabas lo que querías. Si hago un mal reportaje, mintiendo, simplemente por buscar algún elemento de poder, te puedo perjudicar de por vida. Por esa razón debo tener pruebas y certeza de lo que estoy diciendo para no perjudicar a nadie.

¿Qué opina del uso de la tecnología en el periodismo?

El instrumento no tiene la culpa, es quien lo usa. Si no la aplicamos nos vamos a quedar. La tecnología hay que usarla en beneficio del que te va a leer, escuchar y ver, no queriéndote lucir tú, el beneficiado debe ser el que está al otro lado. El inconveniente está en que estos instrumentos están al servicio de todos y es ahí donde debes marcar la diferencia con el manejo de contenidos, con los reportajes y sabiendo a quién y cómo debes llegar.

¿Las herramientas tecnológicas disminuyen la calidad del periodismo?  

Los instrumentos están ahí y cada uno le da el uso que requiere. Soy un fan a muerte de la tecnología e inclusive viví la época en que se grababa en casete y debías ir al aeropuerto para traer la nota; ahora con un teléfono lo haces desde donde sea y con una calidad increíble. Eso es fantástico.

¿Ha presenciado a colegas que dependen exclusivamente de la tecnología?

Sí, desde luego, pero debemos adaptarnos al entorno; si existe la manera de utilizar la tecnología para nuestro trabajo, bien, de lo contrario debemos buscar la manera de llevar a cabo nuestra labor. Yo no concibo que me digan “no hice el artículo porque no había computadora”. No hay excusas, las excusas son de los mediocres. Siempre habrá una forma de salir adelante y realizar el trabajo.

¿Qué opina sobre los periodistas que se obsesionan en ganar más protagonismo que la noticia?

Busca a quien tenga la pasión por informar y demostrar el contenido de la noticia. El protagonismo es de la información, del entrevistado. No se metan a esto por querer ser famosos.

¿Cuál es su opinión sobre los comunicadores que se obsesionan con la primicia y caen en el error por informaciones infundadas?

Considero un disparate el orgasmo de la primicia, la desesperación de las personas por querer ser las primeras. Los periodistas no declaran muerta a una persona, lo hacen los médicos; es querer apurarte para lucirte cuando tienes que tener la información adecuada. Es ética básica y al final te terminas perjudicando.

¿La recursividad debe ser una característica innata del periodista?

Recuerdo que en el Mundial de Francia 98, Alfonso Harb debía enviar un reportaje y estaba a 30 minutos del centro de envío de satélites; le quedaban cinco minutos y las calles estaban cerradas por el partido del Mundial. Pasó una moto y Alfonso obligó a que lo llevase y logró enviar su material. Eso es una muestra de recursividad.

¿A Ecuador le hace falta capacidad en comparación con otros países?

No creo que nos haga falta capacidad, más bien por los recursos físicos estamos limitados. Nosotros empleamos la misma cámara que utilizan las grandes cadenas de televisión, pero nosotros tenemos una y ellos tienen 50. Tú vez que en Ecuador las universidades le dan a los estudiantes cámaras que son buenas, pero en otros países utilizan Cannon de 5 y tecnología de punta. Hay más recursos económicos fuera, pero esa es nuestra realidad.  

¿Cree que los medios tradicionales peligran ante el crecimiento de internet?

No, tienen que unirse y buscar la forma de que el nexo sea necesario. Si los periódicos notan que no son leídos en físico, cambiarse a la versión digital. Puede que sea preocupante, pero es una realidad que les ha pasado a todos. O te adaptas o te mueres. (O)