La Semana Santa es un motivo para dejar la urbe
A partir de las 12:00, el movimiento en la Terminal Terrestre de Guayaquil aumentó; en una hora y media, el lugar pasó de estar medianamente vacío a lleno. Cientos de familias llegaron al sitio con la finalidad de comprar sus boletos lo más temprano posible y poder dejar la ciudad el mismo día. Según ellos, trasladarse ayer era una forma de evitar un colapso en la transportación similar al del carnaval pasado.
Hasta el mediodía el ambiente era tranquilo, pasar por los corredores de la terminal era cómodo y no había largas filas para adquirir los boletos.
En las ventanillas con destino a Salinas y Playas contaban con 15 personas haciendo fila en cada una. La de Manabí era la más larga durante la jornada, ya que se encontraban pasajeros que buscaban trasladarse hacia Jipijapa, Manta y Bahía. Los costos de los boletos eran de $ 4 a 5.
“Me tengo que ir rápido”, dijo Enrique Sánchez, quien es médico del Hospital Luis Vernaza de Guayaquil, pero suele viajar los feriados a Jipijapa para visitar a su familia.
“Elegí viajar a esta hora porque está lleno, pero no tanto como otras veces, dada mi experiencia sé que no tengo que venir a las 5 ó 6 de la tarde porque de lo contrario no puedo ni caminar”. Su boleto a Jipijapa le costó $ 4.
Atrás de él estaba Gabriela Ching Qui, acompañada de su madre y novio. Ella es moradora de Manta y también prefirió ir más temprano para obtener un cupo de $ 5,50 y regresar a Manabí lo antes posible. “Me dijeron que me voy a las 4 de la tarde, pero tendré que esperar aquí y poder ir rápido, hoy compré rápido mi boleto porque mañana es imposible”.
Hora y media más tarde (13:30) mayor cantidad de personas ingresó a la terminal, la fila con destino a Manabí llegó a tener un promedio de 40 ciudadanos.
Las ventanillas que vendían los boletos a Valencia y Quevedo (provincia de Los Ríos) y San Lorenzo (Esmeraldas), las cuales se habían mantenido vacías, se llenaron inmediatamente con 10 personas en la fila.
Lo mismo ocurrió con las casetas en las que vendían pasajes para Yaguachi y Milagro, las cuales en un inició atendían a 2 ó 3 personas y se incrementó a 10. Quienes no contaron con suerte fueron los vendedores de boletos a Baños ($ 7), Quito ($ 9) e Ibarra ($ 11), los cuales no llamaron la atención de los turistas presentes.
La fila de Libertad Peninsular, (donde esperaban aquellos con destino a Playas, Salinas y Montañita) se duplicó y no paró de aumentar, a esa hora cerca de 30 personas ya esperaban para comprar un tiquet a $ 3,50. Entre ellos estaba Rosina Escobar, con su esposo, quien aprovechó las vacaciones para alquilar un departamento en Salinas.
“Ya se está llenando la terminal me voy hoy, no importa si el bus recién sale a las 5, nos tocará esperar”, enfatizó.
Me voy a divertir sanamente, relajándome en la playa, pero eso sí, sin comer carne”, indicó.
Medidas de seguridad
Según Alfredo Cruz, guardia de seguridad de la Terminal Terrestre, el movimiento de pasajeros ayer fue moderado en comparación con anteriores años. Las medidas de seguridad aumentarán de acuerdo a la llegada de los turistas durante los próximos tres días.
“Generalmente somos 50 guardias vigilando solo la parte de los viajeros, si se llena de mucha gente pedimos más apoyo y llegarían 20 más”, aseguró el guardia.
Usualmente, las ventanillas en las que hay más vigilancia son en las de Libertad y Reina del Camino (que tienen como destino a Manabí), “ya que debido a la cantidad de gente, es donde más se cometen arbitrariedades. Siempre hay que andar vigilando”.