La española ana garcía observa que en varias culturas se repiten arquetipos en los textos
La ‘reescritura’ de la mujer ecuatoriana
Por María Fernanda Campos, alumna de Comunicación de la U. Católica
La tradición nos cuenta como mujeres sin voz, objetos del deseo, gratificación o como seres de miedo. Las leyendas urbanas, generalmente escritas por hombres, han sido absorbidas por la cultura ecuatoriana, invisibilizando y reduciendo a la mujer. Para muestra un botón: La dama tapada y su arquetipo de mujer fatal. Siempre bella, pero oculta y malévola, fuente de dolor y muerte. La española Ana García-Arroyo advirtió este fenómeno repetido en innumerables culturas, y vino a reescribir esas historias que aún siguen contándose en detrimento de sus consecuencias. La autora de 7 libros, en su mayoría de género, presentó su último texto en Guayaquil, en la Universidad Casa Grande: ‘Cuentos para educar al género’. La obra consta de 22 cuentos: 11 populares y 11 alternativos.
La literatura ha fomentado las desigualdades a través del lenguaje, por eso García-Arroyo, especialista en género, prefiere la labor de reescribir la imagen femenina. Para la autora el lenguaje literario tiene ese poder artístico que cala hondo y afirma que puede hacer más desde la escritura que desde el activismo. Remarca a través del lenguaje sus abismos y los enfrenta en un análisis que obliga al lector a cuestionarse la arbitrariedad de la construcción social.
Uno de sus cuentos populares es ‘El lago del Diablo’, que pondera el mito del hombre héroe: fortachón, bien parecido y valiente. Ese mismo ‘semidiós’ del que ha abusado la literatura y el que vemos cientos de veces a través de las series de televisión o el cine comercial. Está dotado de superpoderes (terrenales o divinos) con el fin de ganarle a cualquier adversidad, porque el ‘superhombre’ nunca pierde.
Y la historia parece siempre tener el mismo final: el de la recompensa. La mujer como premio por su valentía.
El colectivo femenino como protagonista
La autora reinventa el escenario y dota a la mujer de protagonismo desde el título: ‘El dragón bueno, el joven sensible y la heroína intrépida’. No solo le asigna un lugar al colectivo femenino, sino que transforma la construcción tradicional del héroe y su consecuente masculinidad, otorgándole sensibilidad. El dragón hastiado de su papel de malo pasa de su espíritu violento al diálogo. En este relato la mujer se cuestiona su papel tradicional en la literatura oral ecuatoriana.