Publicidad

Ecuador, 25 de Septiembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

La prevención, básica para enfrentar sismos

La prevención, básica para enfrentar sismos
10 de enero de 2016 - 00:00 - Gabriela Samaniego Rivas, estudiante de la UIDE

Según datos históricos, en el país se registró el sexto terremoto más fuerte del mundo. Este ocurrió en Esmeraldas el 31 de enero de 1906 y su magnitud fue de 8.8.      

Por su posición geográfica,  Ecuador forma parte del Cinturón de Fuego del Pacífico, por tanto, a diferencia de otros países del globo, es vulnerable.  

Según Kervin Chunga, geólogo de la Escuela Superior Politécnica del Litoral, esto se debe a que Ecuador tiene dos principales fuentes sísmicas, la primera es la que queda frente a las costas de Ecuador, llamada zona de subducción, capaz de generar sismos de 8 a 9 grados de magnitud (la región costera de Ecuador es considerada altamente susceptible a movimientos sísmicos  y tsunamis) y la segunda es más interna, las fallas superficiales, que pueden generar terremotos de magnitud 6 a 7.

Los terremotos se pueden medir en magnitud de 0 a 10. Nuestra historia sísmica inicia en 1787.

Esta es información interesante porque muy poco se ha publicado en los libros, de modo que el primer terremoto en las costas de Ecuador tiene origen el 11 de junio de 1787, probablemente de magnitud 6.5 en Guayaquil  y 10 años después sucedió el gran terremoto de Riobamba,  el 4 de febrero de 1797.

Estos dos terremotos están asociados a esta estructura que se llama sistema mayor, que nace en el golfo de Guayaquil.

Antes de 2004 Ecuador tenía el cuarto terremoto más fuerte del mundo, luego vino el terremoto de Sumatra, el  26 de diciembre de ese mismo año, de una magnitud de 9.1, lo que nos envió al quinto lugar y posteriormente se dio el terremoto de Japón, el 11 de marzo de 2011 con una  magnitud de  9, el cual hizo que, con el registrado el 31 de enero de 1906, hasta en la actualidad nos ubiquemos en el sexto lugar, con una magnitud de 8.8. Los sismos más profundos se han originado debajo de la zona subandina y oriente del país.   

Desde el punto de vista del análisis de la geología sísmica, no se puede predecir cuándo habrá un temblor pero sí se puede establecer una fecha aproximada, tomando en cuenta  cada falla superficial que se ha venido dando  en Ecuador continental. De esta manera podemos determinar o estimar su magnitud. Para Guayaquil se  puede  esperar un terremoto de 6.9, para Quito uno de 6.5 y en la zona de Riobamba uno con máximo de 7. La definición de que una falla geológica sea activa y capaz de generar un terremoto depende mucho de su recurrencia de activación  o si ha tenido un desplazamiento en los últimos 30.000 años. Pero más allá de que exista un movimiento de este tipo, lo mejor es establecer planes de contingencia para estar preparados en caso de un movimiento telúrico.

Existen varios fenómenos geológicos que se pueden presentar en Guayaquil a causa de un gran terremoto, uno de ellos es la subsidencia, que es el hundimiento del suelo. Esto se da en las zonas del suburbio, donde podemos ver cómo las casas se están hundiendo; otro podría ser el deslizamiento en Bellavista y para finalizar el desbordamiento de los esteros.

El trabajo de monitorear

El  área de sismología tiene dos actividades principales: el monitoreo y la investigación.

El monitoreo está a cargo del Centro de Procesamiento, Información y Alerta Volcánica y Sísmica (Terras). El Centro trabaja 24 horas al día durante todo el año. Su función es adquirir los datos de la Red Nacional de Sismógrafos y la Red Nacional de Acelerógrafos, que tiene estaciones instaladas en todo el país.

Adicionalmente, estos datos se procesan y analizan en tiempo real, y dependiendo del caso se emiten avisos e informes. A través de la página web y redes sociales se difunde la información hacia la ciudadanía.

Según Luis Contreras, del  Colegio de Arquitectos del Guayas, en la actualidad  es recomendable que las personas construyan sus edificaciones con material sismorresistentes, para evitar cualquier catástrofe.

El ingeniero Clemente Rojas manifiesta que hay que ser conscientes de que Guayaquil no está preparado para un sismo de tan alta magnitud, ya que la mayoría de las casas y edificios han sido construidos por personas que en parte no tienen todos los conocimientos necesarios. Lo importante radica en que se tenga precaución.

Uno de los temblores más fuertes registrados en Guayaquil fue el del 18 de agosto de 1980, cuando hubo varias casas caídas. (I)   

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

El Telégrafo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media