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La obra que simboliza el catolicismo

La obra que  simboliza el catolicismo
27 de julio de 2017 - 00:00 - Jéssica Jara Estudiante de la ULVR

Los habitantes de Guayaquil realizan sus actividades bajo “la mirada” del guardián de cobre de 27,2 metros de altura. Este bulto ocupa la parte más elevada del cerro Del Carmen desde el 8 de octubre de 1973.

Melvin Hoyos Galarza, director de Cultura y Promoción Cívica del Municipio de Guayaquil,  relata que en  1972 empezaron con la instalación de 27 fragmentos de cobre traídos desde Italia. El escultor español Juan Ávalos, a un costo de 16 millones de sucres, fue el encargado de instalar el monumento.

Raquel Taliz Cevallos, de  47 años, habita en el cerro del Carmen. Ella recuerda que sus padres llegaron en la década de los 50. “Vi de cerca la  evolución del cerro y recuerdo muy bien cuando se instaló el monumento”.  

Hoyos asegura que desde  1974 el Corazón de Jesús recibe procesiones y visitas de  turistas locales y extranjeros.

Pero aclara que llegar  a la imagen no era tan fácil como lo es ahora.

“En 1985 el gobierno de  León Febres-Cordero  construyó  la  escalinata de 166 escalones.

Taliz asegura que la regeneración urbana, impulsada por el alcalde Jaime Nebot, mejoró el aspecto de algunas calles.

Para Meyli Brocel Franco visitar el Sagrado Corazón de Jesús fue una experiencia agradable.

“Aprecié de cerca los detalles de esta gran obra. Además pude observar la ciudad desde la parte natural más alta. Creo que este es un lugar muy turístico y seguro”.

La obra fue recibida en octubre de 1973 por monseñor Bernardino Echeverría Ruiz, arzobispo de Guayaquil, y complementada con una base de concreto de once metros, hecha en 1975 por el arquitecto español Juan Antonio Orús, sobre la cual se asientan la estatua y las escalinatas que permiten llegar a lo más alto de la obra. (I)   

La obra que  simboliza el catolicismo

El sitio es considerado un símbolo para la ciudad. Tanta es su trascendencia que se lo promovió como una de las siete maravillas que tiene Guayaquil; y estuvo considerado entre los  doce sitios más representativos. El lugar sirve también como mirador de la ciudad.

Lo que más atrae es la imponente imagen de cobre y hierro de 27 metros de altura (15,6 del monumento y 11,6 de la base) y  las catorce estaciones del vía crucis que se recorren a pie en Semana Santa. (I)

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