En la última década, Durán ha representado una imagen de progreso. Ese progreso que va de la mano con su tradición ferroviaria. Pero esa tradición solo está en la memoria, dicen los duraneños, porque no son ellos quienes disfrutan de los paseos turísticos.

Según datos oficiales del INEC en el censo 2010, el cantón tenía 255.769 habitantes. Pero uno de ellos, Vicente Rodríguez, dice que la pregunta que se hacen es: ¿Cuántos de nosotros hemos aprovechado el ferrocarril?

“La mayoría de los duraneños -asegura Rodríguez- estamos conscientes de la importancia de este legado, pero el quehacer cotidiano y otros anhelos individuales hacen que no valoremos lo  suficiente a nuestro cantón”.

Lorena Mora, de 58 años, afirma que la tradición ferroviaria existe. “Vemos una estación y un tren en óptimas condiciones. “Ferrocarriles del Ecuador es la institución encargada de preservar este legado. Parece algo irreal, pero ya han pasado varios años desde que se habilitó la estación de tren en Durán, pero si hacemos una encuesta, pocos son los duraneños que viajan en el tren”.

Juanita Cantos, de 82 años, asegura que con mucho orgullo ve pasar el tren. “Me trae lindos recuerdos cuando era niña. Es como retroceder en el tiempo”.

El principal impedimento para que los lugareños no suban al ferrocarril es el precio. $ 28 por persona en el recorrido de Durán a Bucay.

Según datos proporcionados por las oficinas de administración de Ferrocarriles del Ecuador, el mayor número de viajeros proviene de Guayaquil. “No nos olvidamos de nuestras tradiciones, simplemente es que nos parece algo elevada la tarifa. Debo reconocer que este Gobierno se preocupó por recuperar esta gran obra”, concluyó Cantos. (I)

La rehabilitación del ferrocarril dio impulso turístico

Los ferrocarriles en el país empezaron a pasar a la historia, el abandono que sufrieron por décadas mermaron sus capacidades de operar. El Gobierno actual se propuso recuperar  esta tradición y con ello impulsar el turismo. En la actualidad es posible viajar en un tren de lujo. Un crucero recorre la Avenida de los Volcanes, la Nariz del Diablo, el bosque nublado, la transición de la Sierra a la Costa, ofreciendo un paisaje incomparable. (I)