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"La mayoría de la gente pasó de guardar recuerdos a registrar y publicar momentos"

El cambio de la fotografía tradicional a la digital hizo que no solo los fotógrafos puedan hacer gráficas.
El cambio de la fotografía tradicional a la digital hizo que no solo los fotógrafos puedan hacer gráficas.
Foto: cortesía de la Facso
05 de marzo de 2016 - 00:00 - Cinthya Párraga Luna, estudiante de FACSO

En el parque Centenario, Wilmer Saprosa y su hija deciden tomarse una foto. Uno de los fotógrafos tradicionales del lugar utiliza su cámara minutera para realizar la toma en este  estudio de paisajes históricos. Saprosa es un colombiano de 32 años que colecciona álbumes. Comenta que en los últimos 10 años la costumbre de conservar las fotos bajó, y que esa disminución surgió por la aparición de las nuevas tecnologías. “Es lamentable, pero la innovación termina con las tradiciones. Ahora tomar fotos es sencillo”.

Mientras se realizaba la entrevista, el fotógrafo introducía su mano, en reiteradas ocasiones, en la caja de la cámara. Estaba realizando el proceso que se hace en un laboratorio fotográfico, pero de forma artesanal. El trabajo lo hace gracias a un químico que se utiliza para el revelado. Luego de varios minutos las 2 fotos estaban casi listas, pero faltaba sumergirlas en pequeños tachos de agua. Al final las secó y entregó al turista que decidió no tomar fotos con su celular y prefirió conservar una fotografía impresa.

Un cambio constante

Otra de las cámaras en las que también muchos retrataron sus pasos por el parque Centenario fueron las  Polaroid. Al cliente le gustaba mucho la impresión instantánea. Hace muchos años hubo largas filas de personas que deseaban fotografiarse. Hoy algunos acuden por el insistente llamado de los fotógrafos.

El paso por las cámaras de rollos utilizadas por Elio Armas, el fotógrafo ecuatoriano que ha captado varios eventos importantes, como la llegada del papa Juan Pablo II al país, ha sido fundamental para el desarrollo profesional de muchos fotógrafos en el país.

 “Yo empecé con una cámara de rollo Nikon y luego  di un salto a las digitales, pero fue fabuloso saber que ya podía borrar la foto que no salía bien, para muchos fue impensable tanto desarrollo de la tecnología”, dice Armas.

La evolución que ha tenido la fotografía ha sido trascendental en los últimos años. Por ejemplo, en la actualidad han dejado de predominar las cámaras de rollo, el retoque  con tinta china y el revelado. Eso fue reemplazado por las cámaras digitales, programas de edición y aplicaciones que permiten mejorar cualquier fotografía.

Pero existen fotógrafos que le dan mucha importancia a las cámaras análogas. Para Roberto Pombar, fotógrafo profesional con más de 30 años de experiencia, la fotografía análoga obligaba a que el experto se esforzara mucho más al hacer una foto sin la necesidad de tener una computadora y ese era un trabajo gratificante. “En lo personal prefiero la época de los rollos, es mucho más profesional, un buen fotógrafo utiliza películas, pues al final la fotografía bien concebida se la logra a través de elementos que dan una textura más envolvente”.

Comenta que hacer buenas fotografías resulta un buen negocio porque cada día hay personajes que necesitan una buena imagen, por ello están obligados a buscar un  fotógrafo profesional.

El retoque digital por medio de las computadoras hace interesante a la fotografía tradicional. Le otorga relevancia al material que se obtenía porque se notaba el trabajo profesional y creativo de quien estaba detrás de la cámara.

Pero cuando se abusa de la tecnología la imagen pierde naturalidad.

Mayor originalidad

Aunque su paso por la fotografía analógica fue corto, Mauricio Torres, profesor de fotografía, destaca que los conocimientos que adquirió con ellas fueron enormes. Sin embargo, valora las distintas funciones de los nuevos equipos.

Para él, las cámaras digitales permiten a muchos realizar la labor de un fotógrafo, pero quien sabe de fotografía y ha pasado por la academia busca comunicar, hacer algo de valor y sentido. “La mayoría de gente pasó de guardar recuerdos a registrar y publicar momentos”.

¿Pero qué pasó con el revelado de las fotografías, con ese proceso que tardaba y que ahora es tan descomplicado?

“Este ya no es un negocio para algunos”, asegura Patricio Chisaca, administrador del laboratorio fotográfico Fujifilm. Afirma que el revelado de fotografías ha disminuido desde hace 5 años. Las nuevas tecnologías y el acceso que el público tiene a ellas son algunos de los factores para que  las personas guarden su recuerdo fotográfico en tabletas, celulares o sencillamente lo compartan en las redes sociales.

Este avance tecnológico también ha servido para que varios centros de revelado no se extingan y trabajen haciendo uso de estos nuevos procesos. Han innovado los  servicios, ahora realizan  fotobooks, jarros, llaveros, mouse pads, impresiones en metal con la fotografía que el cliente elija y de esta forma se moderniza el mundo de  los recuerdos fotográficos.

La inmediatez con la que se realiza la fotografía desde un aparato electrónico ha permitido que su valor se pierda. Ahora se debe tomar en cuenta que una imagen retrata momentos, comunica, vende, ilustra y permite congelar la escena que no se volverá a ver. Hoy los fotógrafos se destacan porque dieron un giro muy radical frente a las nuevas herramientas que les presenta la tecnología; pero es importante hacer buen uso de ellas, ya que siempre se necesita tener registrada la realidad del mundo, porque así se cuenta mejor la historia. (I)

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