La lluvia afectó el tránsito y los negocios en la urbe
Calles anegadas, gente trasladándose de forma apresurada con paraguas, o incluso tapándose con periódicos, y un panorama totalmente gris fue la tónica de Guayaquil durante la mañana del miércoles, luego de la primera lluvia intensa de la presente temporada invernal, que se extendió por varias horas sobre diferentes sectores de la ciudad, en algunos incluso desde la noche del pasado martes.
Dificultades para trasladarse o tomar las líneas de transporte público fueron parte de los problemas de los guayaquileños, que iniciaron esta jornada con retrasos y percances leves a causa del aguacero.
Refugiados en los árboles, en casetas o debajo de las toldas de tiendas y negocios, cientos de ciudadanos intentaban llegar a sus trabajos la mañana de este miércoles.
Galo Balcázar es morador de la ciudadela Floresta 3, en el sur de la ciudad. Este obrero de 31 años no pudo asistir a su trabajo por una leve inundación en su sector. “Tengo expreso, pero debo esperarlo a varias cuadras de distancia de mi casa, entonces se me complicó salir por la inundación y ya no llegué a tiempo”, explica.
Gabriela Salgado, en cambio, labora en una empresa del centro de la ciudad a la que llegó con algunos minutos de retraso. “Había demasiado tráfico por la lluvia y por más que salí a tiempo, se me complicó llegar puntualmente hoy a la oficina”, indica.
La alteración en la circulación vehicular fue uno de los problemas que se sintió con mayor intensidad, especialmente en las horas pico de la mañana, cuando las personas acuden a la escuela, el colegio o sus trabajos. Las avenidas Francisco de Orellana, Pedro Menéndez Gilbert, Benjamín Rosales, Isidro Ayora y Plaza Dañín, en el norte de la ciudad, fueron algunas de las que recibieron mayor flujo vehicular. Atravesar estas vías tomaba más de 30 minutos, aproximadamente.
Producto de las lluvias también se produjeron algunos accidentes y percances de tránsito, que también entorpecieron la circulación normal.
En la Vía Perimetral, a la altura del tercer puente, se registró un accidente de tránsito entre dos taxis y una camioneta, que no dejó víctimas graves.
Los diferentes negocios también sintieron los efectos de las lluvias.
Para precautelar la limpieza de las instalaciones, varios almacenes de venta de electrodomésticos de la zona céntrica de la ciudad colocaron cartones y alfombras en sus puertas principales.
Otros, en cambio, debieron abrir sus negocios más tarde o más temprano de lo habitual para no verse afectados por los estragos del aguacero.
Este es el caso de la Despensa Reina del Cisne, ubicada en la Coop. 7 Lagos en el sur de la ciudad. “Recién a las 10:00 pudimos abrir la puerta de la tienda, esperando que baje un poco la intensidad de la lluvia. A pesar de eso, el negocio está muerto, casi no hemos vendido nada en lo que va de la mañana”, sostuvo Carlos González, propietario del negocio.
Carlos Salazar es morador de la Coop. Nueva Granada en el Guasmo Central, tiene 15 años trabajando en su relojería, donde repara las piezas de estos artículos.
“Hoy salí más temprano para ver si me iba mejor, pero nada. La gente no ha salido de sus casas por la lluvia”, sostiene.
El inicio de la temporada invernal también reactivó el comercio de implementos propios de la época, como paraguas e impermeables, en varios puntos de las Av. de las Américas y 25 de Julio.
Varias zonas de la ciudad también reportaron apagones y taponamiento de sumideros.