“La llegada de mis hijos me ha dado motivación”
“Fui padre por primera vez cuando aún era menor de edad. Tenía 17 años. Cuando mi primera esposa me dio la noticia de su embarazo, me sentí realmente alegre. Contrario a lo que podría parecer, no tuve miedo, aunque sí algo de incertidumbre por cómo cambiaría todo y cómo sería mi futuro y el de mi hijo John Steven.
Actualmente no vivimos juntos. Mi primera unión no prosperó porque tenía muchos problemas con la familia de mi ex esposa, especialmente con mi suegra. Ellas me pedían que yo no saliera de la casa para nada y eso nos hacía pelear mucho, así que decidimos separarnos.
Mi mujer se marchó con el pequeño John Steven a la provincia de Manabí, de donde es oriunda, y yo me quedé en Guayaquil, trabajando para poder ayudarlo.
No lo veo tan seguido como antes y sí lo extraño, pero a la distancia intento apoyarlo económicamente cada vez que puedo.
Cuando era soltero, vivía en el Guasmo Sur y ya luego, cuando tuve mi compromiso, cambié mi domicilio a la Cooperativa Sergio Toral, donde vivía la familia de la mamá de mi hijo. Cuando ella y yo rompimos, decidí volver a mi antiguo barrio y allí me reencontré con María de los Ángeles.
Ella y yo nos conocíamos desde hacía muchos años, desde pequeños, porque siempre fuimos vecinos, pero ahora las cosas eran diferentes. Me di cuenta de que siempre me había gustado. Entonces empezamos a conversar, a salir y ya luego nos hicimos novios.
Tenemos dos meses en esta relación y al momento, María de los Ángeles, de 15 años, tiene 1 mes de embarazo. Es verdad que todo sucedió muy rápido, pero me siento tranquilo.
Nunca pude terminar los estudios secundarios, solo llegué hasta primer curso, entonces me he dedicado a trabajos como la construcción o la carpintería y ahora que mi segundo hijo nacerá dentro de algunos meses, me siento motivado y con más ganas de esforzarme.
Cuando uno se convierte en padre, las cosas cambian. Antes, por ejemplo, yo era muy callejero. Me gustaba salir de fiesta, andar por ahí con amigos y llegar tarde a la casa, pero ahora siento que tengo que cuidar a María de los Ángeles y al bebé que está creciendo en su vientre, entonces procuro estar más tiempo con ella y ayudarla ante los malestares que está empezando a sentir con el embarazo.
Ahora salgo del trabajo y busco volver lo más pronto posible a mi casa. Como ya tengo un varón, me gustaría mucho tener una niña. Si fuera mujer, le pondríamos Laura María: Laura, por mi abuela, y María por mi esposa.
Ahora acompaño a María de los Ángeles a los controles, a los exámenes médicos y a cualquier chequeo que se realice. Me parece importante estar con ella en cada momento y cuidarla, pese a que sus padres no me tienen mucha estima, especialmente su papá.
Cuando ellos se enteraron de la noticia realmente fue muy duro, se enojaron muchísimo y al principio no querían saber nada de mí. Pero ya luego se calmaron un poco, especialmente mi suegra, al ver que yo no dejaría sola a María de los Ángeles y que me haría responsable de todo. Sin embargo, con mi suegro los problemas aún persisten, pero esperamos que poco a poco las cosas se tranquilicen.
Actualmente mi esposa y yo vivimos juntos. Yo me dedico a trabajar, ella a cuidarse y a prepararse para ser mamá”.